No hay fecha que no se llegue, ni plazo que no se cumpla. [Parte 2]

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{Nota: Esto es parte del capítulo anterior desde el punto de vista a de Alfred}

Prov América (Alfred F. Jones)

- ¡América-san, es una gran falta de respeto llegar tarde! -exclamó Japón al momento que entraba al aula de juntas dentro del consulado japonés.

- Nada nuevo, después de todo los americanos no tienen respeto por el tiempo de los demás. -refunfuñó Alemania frunciendo el ceño

- Ve~ Chicos tranquilos, Al tendrá sus razones para llegar tarde. -sonreía tontamente el italiano como era de costumbre.

En ese momento los tres paises sentados perdedor de una enorme mesa centrada en la habitación comenzaron a diputar entre ellos, la razón: Mi retardo en la reunión. Comencé a reír sorprendiendo a los presentes y captando su atención.

- Es bueno verlos de nuevo chicos, y tranquilos! el héroe ha llegado! No hay razón para pelear.

- Es bueno tenerte de vuelta Al -sonrío amablemente Feliciano al momento que pude notar una leve sonrisa en la cara de las otras dos personas presentes en la sala.

- Tiene razón, ahora es tiempo recuperar el tiempo perdido. Toma asiento Alfred, la junta a indicado oficialmente -Alemania se concentró en una serie de hojas colocadas en frente de él y comenzó a leerlo detalladamente.

Tome asiento justo delante de la vista de Japón el cual ahora ignoraba mi presencia mientras imitaba las acciones de Alemnaia y analizaba las propuestas que extrañamente el italiano había elaborado a favor de un libre mercado de exportación, yo hice lo mismo que Kiku y comencé a leer cada palabra del documento, a decir verdad era bueno estar de vuelta, casi había olvidado lo agradable que era estar rodeado de personas que admiraran mi trabajo, mi esfuerzo por salir adelántate y claro, por ser el primer y único héroe del mundo. Mientras leía el documento me era impresionante pensar que un chico tan distraído y disperso como lo era Feliciano Vargas pudiera ser un az cuando de su país de trataba.

- Esto... -dijo Japon

- Impresionante -Alemania termino la frase de japonés- Esto en verdad es impresionante... Italia, es tu primer trabajo en forma y me extraña admitir esto pero... ¿Cuál es la razón para que este documento tuviera tanto esmero tuyo?

- Ve~ tan bueno es? Bueno, mi plan es ser el único amo y señor del mercado de pastas a nivel mundial, así podría conseguir mucho dinero, chicas lindas y... ¡Ay! -mientras hablaba el italiano fue interrumpido por un golpe en la nuca proveniente de un molesto Aleman.

-ITALIAAAAA! -gritó- en verdad nunca tomas las cosas con la seriedad que se requieren.

No pudimos contener la risa por la extraña problemática que planteaba Italia, mientras tanto Japón seguía sin inmutarse, como si se encontrara acostumbrado a aquel tipo de riñas entre la pareja presente, era muy bien sabido por todos que eran totalmente distintos cuando de su país se trataba.

La junta siguió conforme al itinerario planeado por Alemania, pasamos horas discutiendo temas referentes a las malas rachas económicas en las que se encontraba el mundo últimamente, aunque no podíamos decir que todo era caso perdido, había entre otras cosas tratos y nuevos países que estaban uniéndose a nuestra causa. Mientras leía aquellos papeles me fue imposible evadir un nombre que llevaba una vida escuchando, el cual sabia deletrear letra con letra, "Arthur Kirkland" decía el documento en mis manos. La hoja habla sobre tratados hechos últimamente entre Inglaterra con Japón y China. Aproveche un momento en el que Italia y Alemania charlaban para preguntar a Japón al respecto, si era cierto lo que planteaba el documento, Arthur y Kiku habían pasado tiempo juntamos los últimos meses.

Esta Vez No digas Nada [SuFin] [UsUk] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora