Juego de Elementos

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Le dedico este capítulo a _irenepls_
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Sakura Hinton, 14 años, Cancer, 17/7

Vi como Ray, el chico más puplar del instituto, pegaba a el chico que me gusta, Armin. También vi como una chica de largo pelo negro ayudaba a Armin, por un momento pensé que estaba enamorada de él, pero cuando oí la conversación, pensé en ir a preguntar en persona. Seguí a la chica hasta un banco, en el que estaba sentada lo que sería su amiga, una chica de ojos y pelo marrones, muy mona. Me acerqué y les dije con mi cara más mona y agradable:
- Hola,¿ puedo hablar contigo un momento?
Ella me miró confundida, la chica de pelo marrón asistió y le dijo que le esperaba en el banco del otro lado. La otra me miró impaciente. Después de conversar un rato, me dejó muy claro que ayudó a Armin porque no quiera que ese Ray siguieras a haciendo de las suyas, aunado me fui, pude ver a su amiga un corría hacia ella y sonreía.

Me fundí bastante, la siguiente clase me tocaba con Ray. Así que procure sentarme lo más lejos de pupitre de el. Con el mal karma que tengo, una chica que se llamaba Rina, se apartó de su pupitre al ver que se acercaba Ray. El muy H de P se tuvo que sentar a mi lado, otra vez.
En los pupitres de enfrente atrás y al lado, estaban sus camaradas. De manera que no podía cambiarme de pupitre, porque no quedaba ninguno libre. Mal dije a ese chico y de repente su pupitre enpezo a quemar. Flipe. El profesor que estaba de encargo fue a ver lo que pasaba y se encontró con un cigarrillo, aún encendido. Ray tuvo que ir a la enfermerías y yo por un momento, pensé que eso lo había echo yo.

Al acabar las clases decidí ir a ver a Armin y explicarle lo sucedido. Lo encontré en un banco escuchando música, sus amigos se acercaron a él antes de que yo pudiera. Ellos le dieron una palmada en la espalda y se fueron a comer a sus casas. El los miro sonriendo y yo no encontré la mejor oportunidad para poder hablarle.
-Hola, lo siento mucho. El se colocó bien las gafas y me miró.
-Tu debes ser la chica que tiene loco a Ray. Me dijo, no parecía molesto.
-No hace falta que te disculpes- Continuó- No es tu culpa. Se alejó escuchando su música.