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Capítulo 9: Ataque

Marx sabía que tenía que escoger sus palabras rápido y escogerlas bien. De otra forma quizá Zero no le creerá y se pondría furioso.

"Bueno..." comenzó Marx, nervioso del peso de la mirada de Zero sobre él "Dark Matter me dijo sobre que aceptaste mantenerme contigo y todo eso... Pero no puedo dejar de pensar que de todas formas me vas a dejar. Ósea, ¿cual es el uso de un bufón para alguien como tú?"

Aunque esa no fuera la verdad, tampoco era una mentira. Zero pareció creer en sus palabras, de alguna forma su mirada se suavizó.

"Ya veo." dijo Zero "Crees que estoy mintiendo."

"Creo que eres capaz de mentir." corrigió Marx.

"Y aún así me estás ayudando." siguió el mayor "No hay nada que pueda hacer para que me creas... Pero si de verdad significa tanto para ti, quizá deberías pasar menos tiempo paseando por tus propios pensamientos y más tiempo convenciéndome de lo que vales."

Marx se detuvo por un instante, ofendido en el fondo por la sinceridad de sus palabras. Sin siquiera intentarlo Zero dio a entender que no quiere molestar con mentiras. Espacialmente ahora que sabe que Marx lo ayudará de todas formas. Esto solo podía llevar a una simple conclusión: Dark Matter es un mentiroso.

Marx gruñó al darse cuenta, halando el gorro sobre sus ojos y sentándose en el suelo de golpe.

"Pareces estar triste de nuevo." continuó Zero, siguiendo observante como siempre "No puedo ser hipócrita, pero me he dado cuenta de lo que tanto te importa lo que yo piense de ti. No te conozco bien, pero sé lo suficiente para... ¿Marx?"

Marx deseaba mas que nunca el poder desaparecer dentro de su sombrero, halándolo hacia abajo tanto como pudo con la esperanza a que funcionara. Zero parpadeó con confusión antes de levantar gentilmente el gorro con su cola, encontrando que Marx estaba a punto de quebrar.

"¿A qué le tienes tanto miedo?" preguntó Zero.
"Es solo que no quiero morir, Zero." le respondió entre un suspiro.

Antes de que Zero pudiera responder fue lanzado repentinamente a una pared hecha de polvo estelar por una fuerza que ninguno de los dos vieron venir. Fuera lo que fuera, Marx pudo saber que le causó un inmenso dolor a Zero. Lágrimas de dolor salían de su ojo mientras volvía a meter su frágil cola, la cual aparentemente había tomado gran parte del ataque.

"¡Poyo!" exclamó una voz demasiado familiar. Marx volteó hacia los lados para encontrar a Kirby tras él, portando lo que parecía ser un palo rojo con un corazón. La expresión concentrada de Kirby cambió a una de sorpresa mientras su mente joven se daba cuenta a quien tenía enfrente. Se quejó y dio unos pasos atrás, trataba de adivinar cómo alguien que debería estar muerto puede estar justo frente a él otra vez. Marx lo miró con frigidez por un momento, luego tuvo una pequeña idea en su mente e hizo una expresión mas amigable.

"¡Hey, hey, hey!" dijo Marx con una sonrisa "¿Me salvaste de ese tipo?" Kirby asintió todavía inseguro de qué hacer con él.

"¡Wow, gracias!" continuó "Pensé que de seguro estaba acabado. Ya sabes, estaba esperando para encontrarme contigo."

"¿Poy?" dijo Kirby nervioso.

"Ah, si..." dijo Marx tristemente "Sé que hice muchas cosas malas en el pasado... ¡Pero soy diferente ahora! Y estaba esperando que quizá podamos ser amigos de nuevo. Entenderé si no quieres perdonarme, después de lo que hice de seguro todos me odian." al principio Kirby no se veía muy seguro de esto, pero al ver la tristeza en el rostro de Marx, su expresión se transformó en una de emoción. Rió emocionado y se tiró encima de Marx para abrazarlo, quien respondió rodeándolo con sus alas y sus brazos.

"Ah, Kirby, eres tan amable." dijo Marx "Y tan fácil de engañar." su sonrisa gentil se transformó en una mueca malvada mientras clavaba sus garras en los lados del pequeño guerrero. Marx tomó la oportunidad y agarró el bastón con sus dos manos, tratando de arrancarlo de las temblorosas manos del pequeño peli-rosa. Kirby no se rendiría así de fácil, aferrándose al bastón con una cantidad increíble de fuerza.

"¡Poyoyno!" Kirby le rogó, esto solo causó una risa incontrolable en el bufón, hundiendo sus garras mas profundo en un intento de que Kirby soltara. En un explote desesperado de energía, Kirby se desató del agarre de Marx y le dio una fuerte patada en el estómago. El repetino dolor hizo Marx soltara, dando unos pasos hacia atrás y cayendo al suelo.

Marx inmediatamente esquivó cuando Kirby le lanzó una onda de energía con forma de corazón directo de su arma. Quiso volar desesperadamente, pero era imposible en un espacio tan pequeño. Y también estaba el problema de Zero, quien todavía trataba de levantarse tratando de ignorar el inmenso dolor que le llegaba cuando se movía. Escapar estaba fuera de la cuestión.

Viendo que Marx ya no tenía la ventaja, Zero reunió toda su fuerza restante para lanzarle una serie de chispazos a Kirby. Tomándolo fuera fe guardia, los chispazos le dieron y electrocutaron violentamente al pequeño. Desafortunadamente no fue suficiente para matarlo, quien solo se levantó del suelo y retomó su atención al ojo sangrante. Sin ningún lugar a donde ir, Zero no tuvo mas opción que quedarse allí sin esperanza mientras Kirby le lanzaba otro disparo de energía directo del bastón.
Para la sorpresa de todos los presentes, Marx se puso enfrente de Zero, sabiendo que probablemente esto le iba a doler como nunca. Cuando pasaron algunos segundos y nada pasó, Marx abrió sus ojos con confusión. El pánico llegó a Kirby cuando se dio cuenta que su arma era inofensiva ante Marx, huyendo por la salida mas próxima mientras el bufón se quedaba allí atontado.

"¿Q-Qué acaba de pasar?" planteó Marx.

"Me mentiste." dijo Zero. Sonaba mas decepcionado que otra cosa.

"¿Eh?" Marx volteó hacia él, mas confundido ahora "¿A qué te refieres?"

"El Love Love Stick solo puede dañar a aquellos que no tienen amor en su corazón." explicó Zero "Me dijiste que no amabas a nadie, y aun así no te hizo nada."

"¡¿QUÉ?!" gritó Marx.

"Debo saber a quien amas y así podré destruirlo." dijo Zero "De otra forma no podré asegurar que seguirás leal a mi."

"No creo que puedas destruir mucho en ese estado." dijo Marx, evadiendo su petición.
"No juegues conmigo, Marx." le regañó.

"No lo hago." le respondió "Solo digo que si Kirby regresa aquí con una habilidad diferente estamos jodidos."

"Ah..." dijo Zero, sintiéndose algo estúpido.

"¿Crees que puedes seguir?" preguntó Marx, sus ojos se llenaban de preocupación "Parece que te duele mucho."

"No iré a ningún lugar de ésta forma." respondió Zero "Kirby logró acertarle a mi punto débil y pasará un tiempo para que pueda moverme sin dolor."

"Supongo que tendré que usar mis espejos." dijo Marx.

"¿Espejos?"

"Sip." respondió "No los uso amenos que sea una emergencia." sin decir otra cosa, se quitó una de las prismas que cuelgan de sus alas, frunciendo el ceño debido al dolor que eso causó. Zero observó mientras Marx lo hacia mas grande, revelando que en su reflejo estaba la casa de Marx. Satisfecho que con ese tamaño podría meter a Zero, le miró y le indicó a que entrara.

"Vamos." dijo Marx "Esto nos llevará hasta mi casa." Con una gran cantidad de esfuerzo, Zero pudo levantar su gran cuerpo del suelo y flotar a través del portal. Pronto colapsó en el suelo, aplastando todo lo que había en su casa y rompiendo las paredes de dentro hacia afuera debido a que su cuerpo era demasiado grande.

"Creo que exploté tu casa." dijo Zero muy avergonzado, disculpándose con su mirada. El bufón rió un poco.

"Descuida." dijo Marx mientras le sonreía amablemente "No es la primera vez que pasa. Tú solo descansa." sintiéndose algo cansado también, Marx se acomodó encima de Zero, acurrucandose en su pelaje aunque éste estuviera lleno de sangre. Viendo al pequeño bufón, el entendimiento golpeó al falso ángel como un ladrillo.

".... ¿Marx?" dijo Zero.

"¿Hmm?" murmuró Marx.

"Soy yo ¿no es así?" dijo Zero, no recibiría respuesta. Marx estaba muy preocupado fingiendo que se había quedado dormido.