(Narrado por Tn)
Abrí los ojos para tratar de ver qué es lo que pasaba frente mío, y me sorprendí al ver a Vincent de espaldas a mí, con un cuchillo en mano. Me asusté bastante con verle, además el cuchillo tenía algo de sangre. Lo último que pude escuchar fue un golpe antes de que cerrara los ojos, así que no puedo decir qué le hizo exactamente. Diría que trató de defenderme, o solamente encontró ese cuchillo ensangrentado por ahí. Espero y sea la segunda.
- ¡Vincent! ¿¡Pero qué haces!?
- Lo siento cariño, pero tuve que romper nuestra promesa.
- ¡Vincent!
- _____... ¿Recuerdas a Springtrap? – El que hiciera esa pregunta de repente, me mareó un poco. El aire seguía denso, y es obvio que me puedo confundir un poco. No respondí, porque en verdad no sabía que decir. – Bueno, ese animatrónico, como recordarás, lo teníamos guardado en una bodega a la que nadie tenía acceso. Pero todo cambió cuando este idiota quiso protegerse de mí. ¿Verdad, Leonardo?
Levanté la mirada rápidamente, y traté de levantarme. Nuevamente fue un intento fallido, pero en la caída pude ver un poco el traje de Springtrap. Estaba totalmente desgastado, putrefacto, lleno de sangre, y respiraba muy lento. Escuché una risa que provenía del traje. Me asusté demasiado. No era la voz de Leonardo. Definitivamente había cambiado. El estar encerrado durante 8 años debe ser horrible, y más en ese modo.
- Ahh... ¡Tanto tiempo sin verte, mi dulce _____! – Dice Leonardo, recobrando el equilibrio, y haciéndome un saludo como si fuese de la realeza. Me repugnó bastante eso. – He esperado tanto tiempo, y finalmente... ¡Estás aquí! ¡Finalmente! – Se echó a reír como maniático.
- ¿Qué es lo que quieres? Si quieres a mi esposa, definitivamente no te la daré.
- La quiero a ella, y a tus hijos, Vincent.
- ¡Jamás en tu vida!
Me fijé en su mano, y vi como agarraba con más fuerza el cuchillo. En esos momentos yo era un estorbo. Eso me hizo sentir bastante mal. Si solo me sintiese bien, le hubiéramos dado el golpe final desde hace horas. Comencé a toser sangre. Vincent volteó rápidamente conmigo, y se quejó un poco.
- Maldita sea. El aire cada vez es más denso. Debes salir de aquí ahora.
- No puede.
- ¿Qué? – Pregunta Vincent, volteando con furia.
- ¿Pensaste que sería estúpido, y les dejaba las salidas libres? ¡Ni hablar! ¡Además, yo ya estoy muerto! ¡No ocupo oxígeno!
- ¡Vete a tomar por culo, Leonardo! – Grito, tosiendo nuevamente una cantidad pequeña de sangre.
Vincent tomó mi rostro y me hizo una seña de que guardara silencio. Me abrazó con fuerza. Al parecer tenía miedo de que pudiese morir ahí mismo. Me limpió la sangre de las comisuras de los labios, y me sonrió un poco. Me dio un pequeño beso, y volvió a levantarse. Me acaricié los labios, y sonreí un poco.
Esta vez el beso se sentía diferente. Me brindaba protección, y calma. Mi Vincent había vuelto.
- ¿Qué planeas hacer, bunny? – Dice Vincent, con tono de burla.
- ¿Cómo me llamaste, idiota?
- Bunny. ¿No suena lindo? Te queda muy bien ese apodo.
- Atrévete a llamarme así de nuevo.
Vincent agrandó su sonrisa, haciendo un malabarismo pequeño con el cuchillo.
- Bunny.
Lo que siguió no fueron palabras. Solo Leonardo comenzó a correr hacia Vincent. El metal le detenía un poco, pero era rápido. Se dirigía a ambos. Si Vincent se apartaba, me aplastaría a mí. Si él no se apartaba, ambos moriríamos. Él por el peso, y yo por el cuchillo de seguro. Cubrí mi cabeza con mis brazos, temiéndome lo peor. Pero pude dejar de hacerlo después de segundos, ya que Vincent me tomó en sus brazos, y empezó a correr. Me guiñó un ojo, y me sonrió igual.
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El asesino del cual me enamoré: El sabor de una dulce venganza.
FanficHan transcurrido 8 años desde la pelea contra Leonardo. Un hogar iluminado por un par de gemelos da esperanza a la serena vida que _____ y Vincent han anhelando hace más de una década. La paz se ve amenazada cuando ambos y sus antiguos compañeros, M...