[2 días más tarde. Lunes por la mañana a las 7:00]
Ya habíamos echo todo aquello que habíamos dicho para el sábado ya había renovado mi armario y como bien dije, mis sudaderas quedaron intactas y ya había sido inscrita en el nuevo instituto, y hoy, lunes 17 por la mañana, es mi primer día.
No habían pasado ni 5 minutos de que sonara mi alarme que mi madre ya estaba chillando desde la planta de abajo, repitiendo que hoy volvía a clases y tenía que levantarme de la cama, lástima de no haber perdido ni siquiera un día de clase.
Después de insistir a mi madre constantemente de que ya me había despertado, levantado y duchado empecé a vestirme para luego arreglarme. Cogí unos jeans azul cielo, con una camisa de manga corta grisácea y unas bambas completamente blancas. Dejé mi habitación igual que mi pelo, recogido, y salí hacía la planta baja para desayunar.
- Buenos días cariño. – Me respondió mi madre mientras le daba un beso en la mejilla.
¿En serio? ¿Después de darme esos gritos a las 7:00 de la mañana me llamas cariño? Vaya mujer... La mire mal y volví a sonreír sin que mi madre entendiera nada. Me senté en la barra de mini-bar de la cocina y empecé a engullir las dos tostadas y a beber mi zumo.
Después de eso, me fui hacía la entrada y cogí mi mochila para irme hacia clase.
- ¿Quieres que te acompañe? – Negué ante la pregunta de mi madre. Lo que me faltaba. Prefería andar, y fumarme mi cigarro de camino. Sí, por si no lo sabíais soy fumadora.
Salí de casa, baje el escalón y emprendí el camino de las calles hasta el instituto mientras encendía mi cigarro.
**
Llegué a la puerta del instituto, me quede mirando el edificio de arriba abajo mientras la gente no dejaba de aparecer y entrar. Respire profundamente debido a que no sabía que podía encontrarme allí dentro mientras me repetía diferentes cosas que debía recordar. No te pelees, no insultes, intenta ser amable, alguien encontrare con algún que otro cromosoma y sobre todo, recuerda, no tienes padre.
Entre por el pasillo principal para pasar por conserjería y allí me identifique, ya que el día que vine con mi madre me dijeron que serían ellos quien me enseñaría las clases.
- Buenos días, ¿señorita Cupper? – Dijo una voz al lado mío.
- ¿Sí? – Le dije extrañada.
- Soy el Director Mowbury, encantado.
- Igualmente. – Dije dándole la mano para saludarle con una sonrisa.
- Seré yo quien te enseñe tu nueva clase, el pasillo, y el edificio en general.
Asentí con la cabeza para que seguidamente empezara a andar detrás del director Mowbury.
- En este pasillo podrá encontrar a completa disposición a los profesores, es decir, en esta aula se encuentra completa y casi exclusivamente aulas con acceso al profesorado. Departamentos de literatura, matemáticas, historia, geografía, lenguas extranjeras, y distintas asignaturas que podrá descubrir durante el resto del curso. – Hizo una pausa y giro el pasillo mientras yo le seguía. – Aquí están las aulas como ahora departamentos donde se guardan los productos de limpieza, piezas de recambio, etc.
Continuo durante un largo tramo enseñándome pasillo por pasillo, aulas, departamentos, teatro, secretarias, y hasta el más mínimo detalle. Finalizo la guía turística delante de mi aula, para ser justo presentada en mi primera clase, que al parecer... – Guíe mi mirada al papel que me había entregado con mis horarios.-...era literatura.
- Buenos días alumnos y alumnas. – Expuso alegremente el señor Mow entrando en las clases como pedro por su casa.
- Buenos días señor. Mowbury. – Hablaron todos al unísono. Algo verdaderamente escalofriante.
- Os presento a Scarlett Cupper, es nueva en el instituto y vuestra nueva compañera de clase. – Remarco un gracias a la profesora que se encontraba allí y se fue dejando a la única persona "conocida" fuera de aquí.
Me quede en silencio esperando a que la profesora me indicara un lugar donde sentarme hasta que señalo un pupitre libre al final del todo. Me senté y saque mi libreta, a pesar de saber que durante el día de hoy, no habría muchos apuntes. Pero al menos, así disimular mi atención.
Salí del aula después de que sonara el timbre. Saque la llave de mi bolsillo que tiempo antes me había entregado el director y busque el número que determinara en la etiqueta. Y un estúpido se me tiro prácticamente encima cuando salieron el resto de alumnos disparados. Recogí un par de papeles que habían caído por su culpa y mientras andaba, empecé a mirarle de mala manera, pero ni se inmuto.
Sera idiota.- Scarlett no pienses en arrancarle la cabeza - ¿Qué? Ah, mi subconsciente manda sobre mí, perfecto.
- ¡Espera!
Una voz masculina había gritado detrás de mí, pero me mantuve totalmente indiferente pensando que no sería para mí.
- ¡Tú! ¡La pelirroja! – La voz masculina de nuevo. Y esta no era mi subconsciente, así que, tal vez, y solo tal vez, sí que me estaba reclamando a mí. – Espera un momento, por favor.
Me gire y frene al ver un chico de pelo negro haciéndose paso entre la multitud del pasillo. Al tenerlo delante pude observar su rostro de cerca, tenía unos hermosos ojos oscuros igual que su melena negra, con un pircing en el lateral de la nariz y con su sonrisa en el que se le remarcaba sus hoyuelos. Para mi gusto. Del todo guapo.
- Perdona... ¿Esto es tuyo? – Me dijo cogiendo aire y levantando unas llaves, mis llaves.
- Oh, sí, perdona – Las cogí algo avergonzada. Seré patosa, ¿Se me han caído sin darme cuenta? Mierda. – Muchas gracias...
- Max – Dijo con otra sonrisa y sus magníficos hoyuelos. – Max Johnson.
- Encantada – Sonreí – Soy ...
- Scarlett. – Me interrumpió. – Todos están hablando de ti. Y seguro que ahora hablan de nosotros.
¿Espera? ¿Este chico sabe quién soy? ¿Están hablando de mí? ¿Y de nosotros?
Mire alrededor y me encontré con varias personas mirándonos sin disimulo ninguno. Chicos mirándome de arriba abajo, chicas observando al tal Max de igual manera, y en general, a los dos. Tengo suerte de no tener vergüenza.
- ¿Quieren hacer fotos? Les durara más señoras y señores. – Dije mirando a todos los de la sala, mientras que ellos se giraban para desviar la vista. – Max...
- Dime pelirroja – Respondió sonriente
- ¿No serás la clase de "chico popular"?. - Max río descaradamente. Supuse que esto era un no. - Que alivio... - Reí.
Después de una pequeña conversación sin saber porque, me acompañó a mi taquilla y me ayudo a poner todos los libros que no utilizaría, me enseño partes esenciales del instituto que solo los alumnos saben y distribuyen y luego, y me invito a almorzar. Un chico del todo amable.
**
- Max...
- Dime – Dice dándole un bocado a su hamburguesa.
- ¿Porque no dejan de mirarme los de allí? –Indique con los ojos a una de las mesas de la terraza. - ¿Quiénes son?
Tenso el cuerpo mientras tragaba el trozo de hamburguesa.
- Equipo de fútbol americano. – Dijo aun tenso. – Y el que te come con los ojos es Logan Collins
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Scarlett Cupper
Novela Juvenil¿Imaginan tener que viajar miles de kilómetros con tal de proteger su vida? ¿No verdad? Scarlett tampoco lo imaginó, hasta que tuvo que hacerlo. Con lágrimas en los ojos, miedo en el cuerpo, y heridas sangrantes en la blanca piel de Scarle...