4. Castigada

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¡Hace frio! Dios, debí usar un abrió o algo.

Bueno... al menos el sonido de las olas es agradable.

Sonido de las olas...

Olas...

Esperen...

¿Qué?

¡¿OLAS?!

Abrí los ojos de golpe para encontrarme un amanecer marítimo frente a mi ¿Cómo diablos llegue a la playa? De alguna manera estábamos en la cajuela del Jeep Renegade  de Forest. Me había quedado dormida  sentada allí ¿acaso lo que tengo puesto es la camiseta de Jared?

Cuando mire a bajo, encuentre a Brook usando uno de mis muslos como almohada.

Ella estaba acostada horizontalmente en el insignificante espacio que había ¿Cómo pudo dormirse con sus piernas en esa posición? Y... ¿porque tenía puesta una camisa de Forest y  un bóxer de Calvin Clain?  Dejando eso de lado, Jared. Sí, Jared estaba usando el estómago de la chica como almohada.

Vestia jeans, camiseta blanca sin mangas y... mi bufanda de rayas rosa. Sus piernas colgaban fuera de la cajuela con sus pies casi rosando la arena.

¿Dónde estaba Forest? Me moví hacia los lados para ver en los asientos. Para mi alivio allí estaba el, acostado en los asientos traseros, de alguna manera acomodo su largo cuerpo allí. Curiosamente, solo el vestía exactamente la misma ropa que recordaba que tenía la anoche.

Ok tengo que averiguar cómo  terminamos así.

-Brook –la agite  por un hombro para que despertara – ¡Brook! – nada...

Bien, me estoy enojando.

-¡Joder  despierten! – grite a todo pulmón mientras aplaudía ruidosamente con mis palmas.

El primero en abrir los ojos fue Jared.  Se levantó tan rapido que choco su frente con la orilla del techo del auto.

-Auch , auch.... Auch – gimió mientras caía a su posición inicial como si lo hubieran noqueado.

Esto hiso que su cabeza golpeara el estómago de Brook.

-Coung uhhhhhggg – soltó ella abriendo los ojos – ¿Pero qué demo...? ¡Jared imbécil!- chillo enojada.

- Shhhhh... No grites, me duele la cabeza... - ese fue Forest que se despertó todo somnoliento resacándose la nuca.

-Bien. Ahora que todos están despiertos me podrían explicar ¿Cómo llegamos aquí? – pregunte señalando al mar.

Ellos me miraron extrañados un segundo y luego giraron la cabeza a donde apuntaba mi dedo. La sorpresa se dibujó en sus caras de una manera que hasta me pareció divertida.

Oopsy Daisy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora