Ya anochece y no he salido de la habitación de Jin. Tampoco puedo ver su sombra, no ha entrado en su habitación desde que me dijo que me podía regresar con mi padre.
Quiero verle. Quiero que retire lo que ha dicho. Le quiero.
La ajumma Woo Ri entró en la habitación con la comida y medicina. Me ofrecí a comer sola porque ya me encontraba un poco mejor, aunque aún me dolía algunas partes del cuerpo.
—Ajumma... ¿y Jin? ¿Dónde está? —pregunté mientras que ella me estaba ayudando cambiarme de ropa.
—Ah... hija... —dijo recogiendo las cosas sin mirarme.
—¿Dónde está Jin? Por favor —dije agarrando su mano. Parece ser que no me quiere decir dónde está o le ha ordenado a no decirlo.
—Hija... descansa para que puedas regresar ya con tu padre mañana —contestó. Me hizo tomar el medicamento y salió.
Miré en la nada cuando ya me quedé sola en la habitación del chico a quien pertenezco pero que me está liberando.
Hice flashback en mi pensamiento los recuerdos que tenemos dentro de los dos semanas. ¿Solo llevo dos semanas? ¿Pero por qué todo lo que ha pasado y lo que siento ahora parece haber pasado en un año?
Escuchaba su voz en mi cabeza por eso cerré los ojos fuertemente. Esperando que cuando abra los ojos Jin esté a mi lado y me diga que no me vaya. Pero cuando abrí los ojos no había nadie. Jin no estaba a mi lado.
Me desperté cuando la ajumma entró en la habitación.
—Hija, toma la medicina.
Esperaba que aún estuviera enferma, con la fiebre muy alta y que no pudiera moverme. Que estuviera al borde de la muerte solo para estar con Jin, pero no.
Al tomar el medicamento, parece como si me hubiera entrado la realidad, que ya he terminado de ser parte de la vida de Jin. Ha terminado de usarme. Que la deuda de mi padre ya esta pagado por haberse llevado la cosa más importante de mi y mi corazón.
La ajumma abrió la ventana. Me levanté porque el viento parece haberme susurrado que me liberara de ser una tonta.
—Hija... ¿de verdad te vas a ir hoy? Puede que tu cuerpo aún no pueda —dijo ella acompañándome en el baño.
—Ya estoy bien, ya no me duele nada —contesté.
Era la verdad. Aunque deseaba que aún me doliera para quedarme todavía en la casa. Quiero ver a Jin por última vez.
—¿Dónde está Jin? —pregunté mientras que arreglaba mis cosas.
—Se fue a la empresa temprano —contestó la ajumma. ¿Habrá entrado en la habitación? ¿Por qué no me desperté más temprano? ¿Me habrá besado? ¿Por qué no lo he sentido?
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Soy tu dueño (BTS Jin)
Fiksi PenggemarModo de pagar la deuda a un ser humano lujurioso. ¡¿Cómo?! →Historia corta← ⚠️ Contenido de carácter sexual ⚠️ [TERMINADA]