Capítulo 2

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Mavis cerró la puerta del salón y corrió escaleras arriba, refugiándose en su habitación. Fue entonces cuando se percató de que ni siquiera había dejado la compra en la cocina, pero aquello quedó de nuevo en un segundo plano en cuanto su mirada se posó sobre Aline. Dejó las bolsas en el suelo y se acercó hasta la cama de su amiga, quitándole los cascos una vez echó el ordenador a un lado y se sentó frente a ella.

—Uno de ellos está aquí.

—¿Eh?

Aline devolvió la mirada a su amiga, frunciendo gravemente el ceño. Una de las cosas que más odiaba en el mundo era que la molestaran sin razón alguna, y en esos momentos la rubia tenía todas las papeletas de llevarse una mala contestación por parte de la muchacha. Pero Mavis se apresuró en darle una buena explicación antes de que perdiese la paciencia.

—Uno de los amigos de Jin. ¿Kim... Namjoon? —los ojos de la morena se fueron agrandando conforme Mavis hablaba—. Está abajo hablando con omoni.

—¡¿Qué?! ¡¿Y qué has hecho?! ¿Te has presentado? ¿Omoni ha dicho algo? ¿Es simpático? ¿Cóm–?

—¡Sh, sh, shhhh! —la rubia tapó la boca de su hermana, clavando sus ojos dorados en los castaños de la morena—. ¡No grites, babo! ¿Cómo quieres que me presente? Sí, ehm... hola, soy una de las hermanas 'postizas' de Jin. Esas que os ha estado ocultado durante cuatro años... ¡Claro que no! —resopló y se cruzó de brazos, bajando ahora la mirada hasta el edredón de la cama—. He salido corriendo en cuanto le he visto.

—¡¿En serio?! —Aline frunció el ceño, mordiéndose el interior de la mejilla mientras se decidía a hablar—. ¿No crees que ya sea hora de conocerles? Quizá si hablamos con él primero y...

—¡NO! —ahora fue Mavis quien alzó la voz, apretando los labios justo después para contener un segundo grito—. Es mejor no tener nada que ver con ellos.

—¿Qué? Pero... pensé que habíamos decidido que...

—Jin no quería que ellos supieran nada de nosotras, Aline. Creo que debemos seguir respetando eso.

Aline bajó la mirada, clavando sus ojos castaños en sus manos entrelazadas. Pero el silencio que precedió a las palabras de la rubia, la cual se había creído vencedora en aquella pequeña discusión, duró apenas unos segundos. La morena volvió a mirar a su amiga y habló con decisión.

—Que Jin no siga aquí es precisamente la razón por la que debemos replantearnos eso. ¿Qué sentido tiene ahora? No quería preocuparles, por eso lo mantuvo en secreto. Pero Mavis, ya no...

Calló. Resultaba complicado encontrar las palabras adecuadas en momentos como esos. Siempre era difícil intentar que alguien viese las cosas desde tu mismo punto de vista. Por eso decidió atajar la conversación desde otro lado.

—Además, ya te ha visto, ¿no? Seguro que omoni se lo ha contado todo. No sirve de nada que ahora nos lo neguemos a nosotras mismas.

Los hombros de Mavis se hundieron como si un enorme peso acabara de caer sobre ellos. Aline tenía razón, y ambas lo sabían. La muchacha resopló y se llevó las manos a la cabeza, hundiendo los dedos en su cabello rubio. Aline sonrió con suavidad y bajó de nuevo los brazos de su amiga, apretando sus manos entre las propias.

—Aun así...  —la morena alzó las cejas al escuchar que Mavis volvía a hablar, prestando atención a sus palabras—. No hagamos nada de momento, Aly.

Aline asintió, y entonces escucharon la puerta de casa. Sorprendidas, se levantaron de la cama y corrieron atropelladamente hasta la ventana de su habitación. Desde allí observaron cómo el chico de cabellos rosados se alejaba calle abajo dando largas zancadas.

Butterfly (BTS)Where stories live. Discover now