Este juego parte de una leyenda, como todos estos juegos. Trata de engañar al espejo. ¿Cómo? Pon un espejo en frente de un lugar donde puedas dormir. Si ya tienes uno en frente de tu cama, mejor. Acuéstate en tu cama frente al espejo, con la luz apagada y una vela encendida, levanta la mano con 4 dedos. Lo que vas a ver es tu reflejo, pero solo con 3 dedos levantados. Si es así, prepárate porque el juego ha comenzado.
Muy bien, ahora puedes hablar con un espíritu. Asegúrate de no darle la espalda al espejo. Haz las preguntas que necesites y escucharás las respuestas. Una vez que hayas saciado tu curiosidad, despídete cordialmente del espíritu e intenta dormir.
La leyenda de donde parte este juego dice que un niño de 12 años lo jugó y le dio la espalda. No lo encontraban y lo buscaron en todos lados. Más tarde su hermano encontró el espejo con 3 grietas en un lugar donde no se habían fijado y con sangre escrito: "No lo intentes tú también".