Espiando a Max.

1.2K 52 0
                                    

Me dirijo lentamente hacia el salón de Ciencias absorta en mis pensamientos y es que por más de que intento hacer que no me afecte, el cumplido que me ha dicho mi compañero hace unos segundos me ha dejado absorta. Trato de prestar atención a toda la hora de clase y me es imposible, "Te ves bella", exactamente esas fueron sus palabras y siguen rebotando en mi mente como un balón.

¡Basta ya!

El timbre suena y como un robot me dirijo al salón de matemáticas, ¿he dicho que odio esa clase? Pues, ¡odio esa clase! Miss. Morales era la profesora que más me odiaba de toda la escuela, siempre hacía todo para sacarme de mis casillas y lo conseguía. Cuando puse un pie en ese salón, me percato que la profesora está en la pizarra y me dedica una sonrisa de medio lado, por lo que da comenzada su clase. ¡Qué emoción!

-Está bien. En la página treinta y cinco de su libro, resolverán los ejercicios del veinte al treinta- se escuchan quejas por parte de varios estudiantes y tuve que abrir mi bocota.

-¿Es para hoy?- digo burlándome.

-Veo que hoy estás muy graciosa, tú harás del veinte al cuarenta, preciosa- me dice con aires de superioridad.

"Yo borraré esa sonrisa de su asqueroso rostro". Siento que un par de colmillos comienzan a salir de mis labios y me asusto por completo, ¿qué se supone que debería de hacer? Corro al baño y me encierro de inmediato.

Me miro en el espejo y no veo para nada mi reflejo. ¡¿QUÉ ES ESTO?! ¿CÓMO QUE NO PUEDO REFLEJARME? Rozo la yema de uno de mis dedos cerca de uno de estos y veo cómo de inmediato comienza a sangrar, lamo la herida y escupo la sangre. Esto sabe de lo más asqueroso. A ver. ¿Cómo puedo controlarme? Respiro hondo repetidas veces, hasta sentir que ninguno de ellos me rozan los labios y salgo del baño con la vista de todo el salón encima de mí.

-A la oficina de la directora- me ordena señalando la puerta.

-¿Por qué?- digo más que furiosa.

-Por irrumpir la clase y levantarse sin permiso. No hagamos esto más difícil señorita Suárez.

-Bien.

Salgo hecha una furia y me dirijo lo más rápido que puedo a la oficina de la directora. ¿Enserio esa es su excusa para mandarme aquí? ¡ESA MUJER ESTÁ LOCA! Llego y tras tocar la puerta y escuchar un "adelante", observo a la bellísima mujer que está detrás del escritorio.

Lleva unas medias negras que hacen juego con su falda ceñida color gris, su camisa manga larga color blanca deja ver un sujetador blanco y en el respaldo de la silla giratoria descansa un saco. Su cabello el cual está recogido en una moña, está perfectamente controlado a excepción de unos cuantos mechones rebeldes que se posan en su mejilla y el maquillaje le queda excelente.

¡MADRE MÍA!

-¿Quién eres y qué haces aquí?- me observa por unos cuantos segundos y comienza a teclear en su computadora.

-Me llamo Blanca Suárez, curso quinto D y la profesora Morales me mandó al decir que interrumpí su clase y me levanté sin permiso. Si me deja explicar, esa mujer...- me interrumpe.

-Vete de aquí- me quedo perpleja.

-¿Perdone?

-¿No me has escuchado? Que te vayas de aquí, tengo muchas cosas que hacer como para lidiar con problemas estúpidos.

-Está... bien- digo aún confundida y salgo sin decir más.

***

Las clases habían llegado a su fin. ¡Ya era hora! Decido no tomar el autobús ésta vez y camino de regreso a casa. Max aparece de la nada y camina a mi lado en silencio; ya no me asusta que haga eso, no desde que sé que es en realidad. Nadie dice nada en todo el transcurso y aprovecho de vez en cuando en observar sus facciones una vez más. Al llegar a mi casa, nos despedimos en la puerta con un abrazo y de nuevo siento esa extraña sensación que se apodera en mi estómago y muy apenada le digo adiós.

Este es mi secreto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora