El egoísmo

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Uno puede ilusionarse por un largo tiempo, pero es solo cuestión de segundos para desilusionarse. Sabemos que el corazón es como un botín con un tesoro especial. Tratamos de estar protegiéndolo ante cualquier posible herida; pero tampoco seamos seres egoístas, que solo por cuidarse a sí mismas, tratan de no abrir sus corazones al amor, cuando en realidad está privando lo que este le pide.
Puede ser que al abrir nuestro corazón salga lastimado, pero al igual como el dolor de una herida, cuando el verdadero amor llega a nuestro corazón ,se puede sentir mucha alegría, lo cual desplaza y cura cualquier inconveniente persistente. No dejemos que una herida le quite la oportunidad al corazón de sentir amor cuyo poder es mayor que el dolor.

Un escrito para el almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora