[El típico diccionario improvisado antes de que pregunten:
De pana: "En serio"
Moral: afirmación - "Claro". "De verdad" "Lo prometo".
Alzado: Se le suele decir a una persona que se la da de "Fuerte" o "Badass"(?
Hablar paja: "Hablar mal de alguien"
No si: Los venezolanos la usamos mucho -sobretodoyo:v- es como decir "Sí, claro" "Oh, por su puesto" pero de manera sarcástica.
Echando vaina: Es como decir "Echar broma" o "bromear con alguien"]
Bueno, recuerdo que estaba sentada en mi habitación con mi ladrillo -teléfono- y música a todo volúmen. Podrá ser un ladrillo o yuna wea con teclas, pero era un pote con estilo.
—ALL I WANT, IS THE TASTE THAT YOUR LIPS ALLOW. MY MY, MY MY, OH. GIVE ME LOOVE.
Y que no me gustaba Ed Sheeran.
—¡Por el amor a Zalgo, cállate! —gritó Jeff tirándome calcetines como gente loca.
—No —le saqué la lengua y puse a Helensito de escudo humano.
Mardición, ¿cómo es que los dejé entrar a mi casa?
—OH, CLARO, USA A HELEN COMO TU ESCUDO —gritó este con sarcasmo y me aventó hacia Jeff para que me tirara todos los calcetines que hallara sin cansarse.
—¿Por qué? —me pregunté hecha bolita en el suelo de manera dramática—. ¿Por qué a mí?
—Por negra.
—¡Jeff! ¡Que no soy negra, soy morena! —pausé—. ¡O más bien, soy más blanca que tú! ¡No me jodas!
—El fantasma y tal —rodó los ojos.
—La próxima vez, no los dejo entrar a mi habitación y los dejo en la calle para que los lleve la policía. A Helen por porte de arma blanca y a Jeff por travesti.
—Ah, ¿con que "trasvesti"? —preguntó Jeff cruzándose de brazos—. Corre Jor, y no te detengas porque estoy de mal humor.
Y corrí como una perra durante horas hasta parar en el patio.
Por lo menos hasta que Jeff se cansó de perseguir a una pendeja menor que él y por que se le acabaron sus cuchillos.
Oh, y el puto de Helen estaba riéndose de toda la situación como si fuéramos payasos de él.
Marisco.
—¿Ya puedo bajarme de la mata? —pregunté subida en el árbol de tamarindo.
—Claro, baja. Yo no te voy a hacer nada —Jeff ensanchó su sonrisa y se apartó un poco del árbol.
—Oh claro, eso fue lo mismo que dijo mi madre.
—¿Y qué pasó?
—Obtuve una nueva cicatriz.
Y el puto se rió de mi desgracia otra vez.
—El punto es que no me voy a bajar de esta vaina hasta que tú te vayas pal' coño y Painter deje de reírse —me sujeté aún más a la mata.
Capaz que si seguía ahí, todo el mundo me iba a confundir con un tamarindo de lo negra que me iba a poner.
—Baja de una vez, no voy a hacer nada.
—¿De pana? —pregunté levantando las cejas.
—Moral que sí. —y salió bien tuky el Jeffrey.
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How I met The Creepypasta Guys.
HumorBusca una bebida, una comida, deja las drogas y siéntate. Porque es hora de leer una divertida historia. Es la historia de cómo conocí a los creepypastas. Se supone que debí dar una buena impresión al verlos, pero fue todo lo contrario. "Jor, de ver...