•"¿Enserio fue necesario?"•

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¡Hora de la comida! pensó John.

Bajo por las escaleras hasta llegar a el pasillo principal, de giró para buscar al resto, y al ver hacia la sala, se encontró un Paul con el ceño fruncido, sentado al lado de George, como si quisiera tenerlo enjaulado.

—Macca, ¿por qué esa cara?— preguntó gracioso.

—¡Se la ha pasado diciendo que es mi culpa!— encaró George.
—¡Pues es tu culpa!— gritó y se levanto de su lado.

Paul camino y tomó a John de las solapas del saco y lo llevó a la otra habitación.
John desconcertado se dejó guiar por su amigo.
—¡Por culpa de ese idiota no pude besar a Caroline!— dijo entre dientes, con notable enojo.— ¡Esto no se va a quedar asi!—Dijo molesto.
—Cálmate, Paul, el tiene a Pattie y sabes que él le es fiel. — dijo John apartando sus manos de sus solapas.—Y ya cálmate o si no te arrastro por toda la casa.— burló y Paul asintió con una mueca.

Ambos fueron al comedor.
Se encontraban Ringo, Lisa, Caroline, Alex, y Dylan,  no estaba  las otras dos chicas.

—¡ahora no es George, eres tú!— grito Paul de manera dramática. —¡Te voy a matar !— corrio hacia Ringo y Este se levanto a tiempo para correr.

—¿Qué hice?— preguntaba Ringo angustiado mientras corría por todo el patio evitando ser alcanzado por Paul.
—¡Quieres quitarme a mi chica! ¡Eso haces!— gritaba agitado, tratando de alcanzar a Ringo.
—¡Ustedes dos, tranquilícense!— gritaba Caroline mientras salía al patio trasero.
Ringo llegó a ella y se colocó detrás, cubriéndose de Paul.

—Quítate de ahí Caroline, ¡sal de ahí, cobarde!— decía Paul apretando los dientes.

—Hey, tranquilo, Paul.— Caroline le tomaba de los hombros.
Paul comenzó a respirar, John estaba sorprendido al igual que Ringo y el resto.
Jamás se le había visto tan neurótico a Paul.

—Primero a lo primero, ¿cuál fue tu problema?— pregunto Caroline, mirando a los ojos Hazel de Paul.
—Este idiota me quiere quitar a MI CHICA.— decía con un enojo indescifrable.
—¿Puedo saber quién es?— pregunto Caroline.
—Pues ere...— Paul guardo silencio y bajo su mirada, como pensando en lo que iba a decir.

—No has respondido su pregunta. — dijo Ringo por lo bajo.
—cállate enano.— musitó Paul con enojo.

— Paul, ve a adentro.— musitó Caroline, el sin rechistar fue.

—Gracias, Carol.— Ringo la abrazo asustado, y esta lo recibió en sus brazos.
—No hay de qué.
—Nunca había visto a Paul así.— musitó Ringo con miedo.— y menos por una chica.

Caroline alzó ambos hombros siguió abrazando a Ringo.
—Ya suéltame.— musitó Ringo gracioso.
—Es cómodo abrazarte, espera unos momentos.— dijo Caroline riendo levemente y soltándolo. —No entres hasta mi señal, espérame allá, quieres, iré después.

Ringo sin rechistar obedeció a Caroline, quien fue dispuesta a ayudar a Paul.

La chica entro, Paul se encontraba sentado en las escaleras.
—Paul, ¿podemos subir?— pregunto y este sin decir nada comenzó a subir.

Caroline le siguió a su habitación, la cual se encontraba extremadamente ordenada. Un tono azul abarcaba toda la pared, y uno celeste el techo, los marcos generalmente eran marrones y su cama amplia y cómoda.

—¿Puedo pasar?— pregunto y el asintió avergonzado.

—¿Qué pasó?— dijo ella sentándose en la cama.—¿Puedo ayudarte en algo?— espetó comprensiva.

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