LOS INCREIBLES

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Los personajes son creados por la escritora Kyōko Mizuki, uno de los seudónimos de Keiko Nagita, y la mangaka Yumiko Igarashi, seudónimo de Yumiko Fijii, publicado en Japón por Kōdansha Ltd. desde 1975 a 1979.

La historia es de mi inspiración, realizada con el afán de entretenimiento y sin fines de lucro

-Cómo quisiera que esto fuera un sueño, abrir los ojos y que todo este bien, así estuvo por bastante tiempo, hasta que comenzó hablarle como si nada

-Por cierto amor, tengo dos fotos de bebé, si vieras lo grande que está, no vas a creer los berrinches que armaba, hasta que se me ocurrió poner crema de esa que te pones y cuando siente el olor se tranquiliza, ese muchacho es de buena raza, si vieras como le brilla el pelaje y que larga tiene la crin, cuando el niño nazca tenemos que acostumbrarlo a lidiar con los animales, este niño será tan alto como el abuelo y papá, en los ecos se ve grande, parece increíble que tan pronto vamos a tener este bebé, ojalá tenga los ojos verdes como la bisabuela

-¡te imaginas! Que nos salga una niña pecosa ojos verdes, ninguno le heredó los ojos a Candy, a ti que te gusta pasar horas y horas mirando ese retrato del estudio

-uff ya te veo pegada de la niña, nada más viéndole los ojos, a mi me gusta el color de los tuyos y más cuando estas molesta, se te ven más claros

-Amor con todo esto no pudimos ir a la colina de ponny, ¿ves? debimos ir cuando llegamos, pero bueno ahora será mejor porque vamos más, ya no vamos a estar de acá Para allá nada más nosotros dos

-Oh cielo, ya no seremos Batman y Robin, seremos los increíbles, pero ellos tienen tres niños, nos faltaría uno, bueno tendremos que apurarnos y encargar pronto otro bebé, mientras podemos ser los cuatro fantásticos

Desde la puerta, Mark veía y escuchaba todo lo que Albert decía, aquella escena era conmovedora, eran dos chicos tan jóvenes y él hablaba como si eran un matrimonio de años, tener que pasar por eso y con otro bebé, No es justo, pensó

El muchacho seguía hablando, sin cambiar de posición abrazándola de la cintura y sin despegar su mejilla de su vientre y con la mano entrelazada con la de ella, Mark no podía interrumpir aquel monólogo, el sentía que aquellas conversaciones están ayudando a la joven a mantenerse luchando, aún cuando su cuerpo no podía funcionar por sí solo

Tres oficiales vestidos de civil venían caminando por los pasillos de la clínica mientras el de mayor rango giraba instrucciones

-Ninguna persona que no esté autorizada por el esposo de la víctima debe entrar en esa habitación, de esa puerta no se despegan ni que se les venga el mundo encima, los quiero alerta, confío plenamente en ustedes, estas personas son mi familia y los quiero sanos y salvo, bastante tienen ya con la situación que están viviendo para tener que preocuparse por un nuevo atentado, uno de los oficiales pregunta curioso

-¿Tú familia? Pensé que eras tú solo.

-Robert la vida te da y te quita, mis padres murieron junto con los padres de este hombre al que vas a cuidar, papá era su escolta y murieron en un accidente muy extraño Albert era solo un chico y yo, era solo un poco más grande, siempre lo cuide desde lejos y lo considero mi hermano, aunque pensado bien él ya tenía una custodia y muy personal, sonreía al recordar que pobre Albert nunca pudo hacer nada sin la revoltosa vigilando, al llegar a la puerta de la habitación se encuentran con el Doctor que conoció en la mañana y este le hace seña de que guarde silencio y los cuatro hombres continúan escuchando el monólogo dirigido a la mujer que se encuentra conectada a un aparato con Tubos y mangueras.

-Nunca te pregunte Cómo regresamos a casa después de esa fiesta, recuerdo que te buscaba sin encontrarte entre tanta gente, no sabes lo asustado que estaba, por eso no me gusta tener que ir a lugares en donde podría perderte de vista, amor y mira lo que sucedió la única vez que se me ocurre hacerlo, debí llevarte de regreso arrastrada a la casa, luego de decir eso rompió a llorar.

Oswaldo revivió el momento en que sepultaron a sus padres y la imagen de Albert a un lado del féretro, con el rostro inexpresivo y la mirada perdida junto a Carol con las manos entrelazadas, sin darse cuenta las lágrima le brotaron de los ojos y entre dientes dijo en voz baja.

-Los malditos que hicieron esto son hombres muertos, Mark se asombro cuando al voltear ve el rostro del oficial bañado en lágrimas, al verlo se notaba que el hombre era un tipo rudo, de esos que no se detienen ante nada.

-Quiero a mi hermano, su mujer y mi sobrino bien resguardado, no entra nadie sin te ser revisado y autorizado por él ¿entendiendo?
-Tranquilo Oswaldo contestó uno de los oficiales

Al día siguiente a media mañana llega Rafael y encuentra a Albert en el pasillo justo frente a la puerta, con los brazos cruzados en el pecho, dos oficiales vestidos de civiles se encontraba un poco retirados de Albert pendiente de todo.

-Qué haces aquí muchacho? No quiero que pases por este dolor.

-No te preocupes Rafael no tengo intención de sufrir, al contrario, en este preciso momento me encuentro muy feliz por mi mujer y mi hijo, el sonido de la puerta al abrirse interrumpió la conversión, un momento después sale Mark y el Obstetra con las imágenes del eco en la mano.

-Albert es un niño gritó Mark abrazandole, amigo es un niño, me siento Cómo un tío, ahora sí entiendo porque lloran tanto los tíos cuando los ven en los niños en los cuneros, Mark tenía los ojos aguados.

-Honor que nos haces Mark, pero esperaba que fuera una chica, Carol y yo ya habíamos conversamos sobre eso, ahora como le digo que es un niño? Dijo Albert sonriente, Rafael abrió desmesuradamente los ojos.

-¿Mi hija reaccionó? ¿Por qué no me lo comunicó nadie? Y trato de ingresar a la habitación cuando los dos agente le impidieron el paso.

-¿Qué rayos les sucede? aparecen de mí camino.

-Usted no puede ingresar a la habitación, le agradecemos que se retire, Rafael volteó a ver a Albert, que rayos es esto? te dije que hoy la desconectarán.

-Ayer me pareció haber sido claro con ustedes, no voy a permitir que ustedes intervengan, no quiero que ustedes se acerquen a nosotros, estos caballeros son de la policía y están resguardando la seguridad de Carol, tú hija fue víctima de un atentado y ya iniciaron las averiguaciones y después de todo esto espero que no estén ustedes involucrados.

-Estas loco ella es mi hija, contestó el hombre con horror.

-Más te vale, ahora ya lo sabes tengo una orden de restricción contra ustedes, lo que sea que quieras tratar sobre el tema, haz lo con el abogado de la familia, sin mediar más con Rafael vio a Mark y le extendió la mano.

-Me permites la foto de mi bebé, Mark se la entregó sonriente.

-Nuevamente te felicito amigo

- Gracias, tengo que ver como darle la noticia a mi mujer

Los días pasaban con lentitud para Tania, Elroy, Oswaldo y Mark, Quienes veían el amor y el dolor de Albert que no se apartaba ni un segundo ella, siempre le habla, le leí, con el paso de los días aprendió realizar las terapias que le hacía el terapeuta, no le gustaba que ese tipo la estuviera tocando.

Un día él estaba recordado cuando eran niños y de los ojos de Carol brotaron lágrimas y él corrió por Mark.

-¿Mark será que le duele algo? Preguntaba desesperado.

-No Albert tranquilo, de tener dolor tendría el pulso acelerado, tranquilo debe ser un reflejo de su organismo, después de ese día eso sucedía con frecuencia y el besaba sus lágrimas y acariciaba su cabello y su rostro, siempre con palabras de amor la consolaba Hasta que las lágrimas dejaban de brotar.

CONTINUARÁ.......

EL DULCE SABOR DE TUS LABIOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora