(Cap 12)...Que empiecen las clases.

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Las semanas pasaban y yo ya me encontraba caminando hacia el primer día de preuniversitario, mi vida apesta, pero por lo menos en estas dos semanas no choque con nadie, conocí más el lugar, me estoy acostumbrando, pero nunca podré hacerlo con los estudios, yo quería descansar por lo menos este año, pero mi santa madre viene a joderme la vida.
Con audífonos puestos, música a todo volumen, llegaba al lugar indicado de donde serían las clases, pero al llegar, me encontré que estaba cerrado, pensé que quizás abrían a la hora que indicaba el papel, faltando 10 minutos para las 3 de la tarde, siendo novedad en mi llegar antes, poco a poco se fue juntando más gente de mi edad, supuse que igual estaban asistiendo al preuniversitario, había mucho para mirar, mis ojos sufrían viendo tanta belleza al frente de mí, pero no me digne hablar con nadie, siempre era de esta forma, nunca me gustaba iniciar una conversación, no conozco a nadie, pero se nota que ellos si, ya que hablaban de lo más normal.
Faltando 5 minutos para la hora indicada, llegó una señora de quizás unos 40 años, entrando al lugar, por un momento pensé que sería un colegio, pero estaba totalmente equivocada, porque era un lugar totalmente diferente, era como una casa de estudios, elegante, era hermoso, no me podía quejar, todos iban entrando, deje pasar algunas personas ya que no conocía el lugar, me fui guiando hasta llegar a una enorme sala, en donde se encontraban todos, la señora que anteriormente nombre, se dirigió a nosotros, habían como unos 100 jóvenes o quizás más, ella empezó hablar, diciendo que en cada sala había un listado con los nombres, debíamos buscarnos y tomar asientos que empezarían las pruebas de medición, ellos tenían que tener una base acerca de nuestros conocimientos, después de que ella dejará de hablar y darnos la bienvenida, cada persona empezó a buscar su nombre para ingresar a la sala, yo preferí esperar, estaba muy lleno, cuando por fin se veía más vacío el lugar, empecé a buscar mi nombre en cada listado hasta que encontré mi nombre para ingresar, mi suerte, que los puestos estaban todos ocupando, menos los de adelante, no me molestaba estar sentadas de las primeras, pero preferí sentarme al lado de la pared para poder afirmarme de ella, serían dos horas para cada prueba, hoy rendiria dos y mañanas dos más, para finalizar el viernes con la última prueba, si mi madre me anotó en todas las asignaturas que tenía el lugar que eran, matemática, lenguaje y ciencias.

Llegó una profesora, por un momento pensé que sería la misma que abrió el lugar, pero era muy distinta, quizás la otra sólo era la secretaria del recinto, la profesora se presentó, dando la bienvenida a cada uno, presentándose que seria nuestra profesora de matemáticas durante todo el año, que tendríamos dos horas para realizar la medición, algunos opinaban de mala manera al estar dos horas realizando ejercicios de matemáticas, desde mi punto de vista, no me afectaba, me gustan las matemáticas, creo que es mi punto más fuerte, lenguaje no era lo mio, pero tendría que poner de mi parte para aprender de esa asignatura.
Empezó la prueba, todos concentrados, pensé que sería fácil, estaba equivocada, la encontré muy difícil, nunca pensé que la prueba sería más difícil que la misma psu, sin duda este lugar si era estricto, este año no sería para nada fácil, pero si aprendería, con respecto a mis nuevos compañeros, que no sé si ellos serán mis compañeros para todo el año, se veían agradables, aunque no faltaba el típico grupo de niñas que se creían el cuento, ellas no serían mis amigas por nada del mundo, no me gusta juzgar, pero sabía que no me veía con ellas compartiendo durante todo el año.
Las dos horas más largas, que flojera volver a estudiar nuevamente por un año, sería tan lindo sólo quedarse con las horas del preuniversitario, pero sabía que tenía que tomar horas extras para aprender.

La hora del recreo llegó, primera prueba lista, ni idea de como me fue, en fin, solo es un ensayo de medición, la prueba real es la psu, ahora me encontraba en el salón donde nos reunieron a todos, sirvieron comida, pero la verdad no tenia apetito, novedad en mi, algunos comían, otros hablaban, otros reían, y yo seguía escuchando música ignorando a todos, o eso intentaba, no hacía vida social con nadie, solo por el hecho que no conocía a nadie, al mirar nuevamente, reconocí a un chico que había visto antes, pero no recuerdo a donde, y es raro porque acá todavía no conozco a nadie, seguía observándolo hasta que se dio cuenta que alguien lo miraba, rápidamente mire hacia otro lado haciéndome la tonta, tenía que confirmar primero donde había visto esa cara antes, ¿Dónde? ¿dónde?
- ¡Oh! En el parque-
Sentí que todos me miraban, hasta el chico que observaba, creo que lo dije en voz alta, yo y mala costumbre de pensar en voz alta todo lo que digo, ni me imagino lo roja que estaría, rápidamente me hice la tonta, caminando hacia el baño, ignorando todas las mirada que estaban ante mí.

¿Amor? Mi gran incógnita.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora