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El día pasó muy rápido, ya me encontraba en mi cama, y sí, me fije que mañana era miércoles y debía asistir a clases, esta vez si es real, incluso busque en mis llamaba si había hablado con Esteban, lamentablemente nunca hablamos ayer, o sea todo fue un vil sueño, nunca pude besar a mi amor platónico, todo fue un triste sueño.

~Miércoles~

Por primera vez iba caminando tranquilamente hacia mis clases, no tenía que correr porque está temprano, quizás por el sueño que tuve, puse una alarma para despertar más temprano, aunque termine sin alarma, y con un moteron como mi sueño no es muy liviano que digamos, caí directamente al suelo, chocando con algo que había, mi brazo ahora tenía un sexi tatuaje morado, que no luciría, muy bello para mostrarlo ante todo público.
Escuchando felizmente una canción muy bailable- japi- bailando y cantando con los audífonos puestos, me daba lo mismo ser observada por todos, me sentía feliz, ni sabía la razón, pero nadie quitaría mi sonrisa de mi cara.
Mi felicidad término hasta cuando me fije que Esteban me estaba grabando, corrí hacia él para que borrara ese video, era muy joven para terminar en YouTube- yo y mi loca idea que seré famosa por una desgracia ajena-.
El idiota también grabó la parte en donde corrí hacia él ¿ Acaso no tenia otra cosa más que hacer? Cuando llegue a su lado, ya tenía su celular a la altura máxima que le daba su brazo. No me importó que estuvieran mis compañeros observando, necesitaba que ese video no existiera más, pero como soy un poquito mucho extremadamente más baja que Esteban, mis brazos ni siquiera llevaron a su cabeza, reía como un loco, mientras le gritaba que me devolviera el celular.
Nos pusimos serios cuando nos habló la secretaria del lugar, vio toda la escena, estábamos más rojos que los tomates, ya que nos preguntó si pasaba algo, negamos todo, pero cuando se alejo de nosotros, me dediqué a pilliscarlo, que toda la vergüenza que tuve, valiera de algo, su mirada lo decía todo, ya que se quejo al instante, dándole sólo por mi parte una agradable sonrisa, mientras subía las escaleras para entrar a clases.

**
El profe no llegaba, aunque hoy abrieron unos minutos antes, me senté cerca de la pared para poder afirmarme, veía como pasaban mis compañeros con quienes no hablaba.
Pasó Matias por la puerta - Hola le dije - me quedo mirando.-
¿Qué? Lo dije en voz alta, tragame tierra, no, no, saldré corriendo, que se congele el tiempo por un minuto.
Para mi suerte entró mica, me salvo la vida, hice con mis manos, saludandolo, Matias sólo negó con la cabeza por el pequeño accidente que cometi, para lueho encontrar un lugar donde sentarse.
Pensó por un momento que le estaba hablando a él, que iluso me salio este niño.- Gracias mica por salvarme no sé que hubiera hecho si no se hubiese pasado por ese lugar.

A los minutos después entró Catalina, buscandonos con la mirada sonriendo cuando encontró lo que buscaba, se sentó con nosotras, para seguir platicando de la vida mientras llegaba el profesor.
Seguimos hablando hasta llegar al punto de salir a comer algo y conocer más la cuidad, me contaron que habían lugares muy lindos, pero que no eran tan conocidos, acepte al instante, quería conocer más de esta misteriosa cuidad.
Creo que me equivoque al pensar que en Santiago sólo había hijos de papi.

El profesor entró a la sala pidiendo disculpas por la demora, pero que tuvo un pequeño inconveniente antes de llegar.
Pequeño inconveniente- pensé- si el profesor venía rojo, quizás pasó algo más, pero como es mayo, no creo que nos cuentes nada de lo que paso.
Empezó su clase, llamando la atención de todos, pensé que Biología sería fome, pero como el nos explica, entiendo todo a la perfección, quizás que esta asignatura me terminaría gustado después de todo.
La siguiente hora paso rápido pero me aburrí, nada nuevo, fui la primera en salir, pero luego recordé que tenia que firmar, ese fila, odie a la profesora por hacernos esperar, tuve que a ver pasado la lista altiro para que uno firmará altiro.
Mi desgracia nunca acaba, resultó que Matias estaba adelante mío esperando su turno...¿ El destino nos quiere juntos o que? Además que me sentía una enana al lado de él, con suerte le llegaba al hombro, este hombre es un poco alto, me hace pasar vergüenza, yo siendo una de las más altas del salón- de las mujeres obvio- llega él y me hace pasar esta vergüenza.
Siendo un poquito mala, me imagine a mis dos compañeras al lado de este pie grande, ellas si que serian llaverito de mano al lado de él.
Seguí esperando mi turno, por lo menos Matias ya estaba firmado, ya llegaba mi turno, un poco extraño ya que mi compañero que estaba adelante, me entrego en las manos el lapicero para firmar, pensé que quizás era caballero o me amaba en secreto, supuse que quizás fue por la primera opción.
Todo era tan raro, o quizás estaba imaginadome cosas que yo solo creía que eran ridículas para mi.
Al final firme lo más rápido que pude y salí del salón.

¿Amor? Mi gran incógnita.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora