Elevator's Boy [Joe Mazzello]

7- Tonta.

Seguía cantando, y si imaginaron que me hipnoticé mirándolo, tienen toda la razón, necesitaba un jodido babero. ¡O alguien que me diera un batazo!

Su voz era tan dulce y su sonrisa como sacada de un libro de fantasías. Sus dedos, índice y corazón estaban moviéndose al ritmo de la canción, de acuerdo me salí muy cursi. Parezco narradora romántica, iuh.

—¿Te gusta esa canción? —preguntó sonriéndome mientras yo parpadeaba repetidas veces y cerraba la boca sacudiendo la cabeza.

Se había dado cuenta de que lo estaba mirando descaradamente. Seguro pensó que era una acosadora o algo por el estilo, pero en mi defensa, él lo hizo primero.

—Si.. si yo claro... claro —asentí repetidas veces. Bastante tonta—. Y en cuanto a tu voz suena muy bien —comenté riendo nerviosa.

—Gracias —rió y se sonrojó.

¡Qué tierno!

La atmósfera cursi fue obstruida y cortada cuando oímos unos pasos acercarse y golpear la puerta del elevador.

—¿Están bien? —dijo el portero preocupado.

Ambos nos levantamos de un salto y nos acercamos a las puertas pegando nuestras orejas a ella.

—¡Sí! —dijimos al unísono esperanzados.

—Recién en la mañana podrán arreglar esto —dijo él preocupado.

—¿¡Qué!? ¿Mañana? —cuestionamos de golpe con el ceño fruncido.

—Sí, pero estarán bien, hay un ducto de ventilación arriba y por suerte funciona, no se preocupen. Solo tengan paciencia —luego solo ecuchamos sus pasos alejarse.

—Bien —masculló Dean.

Nos sentamos y ambos soltamos un largo suspiro, sería una noche larga. Cerré mis ojos intentado calmarme, pero sería imposible.