Elevator's Boy [Joe Mazzello]

11- Sin desayuno.

La comida había acabado y ambos teníamos hambre, mucha hambre. Mi estómago rugió y Joe rió ante ello. Lo miré con el labio fruncido.

—¿Tienes mucha hambre? —preguntó sonriendo.

¡Dios! Su sonrisa era jodidamente perfecta. Debería sonreír todo el tiempo, como ahora.

Otro rugido más audible salió de mi estómago.

—¿Eso responde tu pregunta? —hice una mueca sobando mi barriga.

—Sí, eso creo. Descuida. Pronto saldremos de aquí —sonrió y acarició mi cabello.

—Eso espero —suspiré. Sentí una leve descarga eléctrica en mí al sentir sus manos en mi cabeza.

Todo el tiempo que habíamos pasado se me hizo tan largo e inacabable, no en el sentido de sentir ese extremo y agotante aburrimiento, no. Desde que Joe comenzó a hablar en ese elevador no se sentía la realidad de la situación, de que estábamos encerrados en un lugar pequeño. Con él eso se transformaba una tonta y alocada aventura.