Elevator's Boy [Joe Mazzello]

26- ¡Shawry y Demma! (Final)

Emma

Días después...

Shawn llegó molesto a su casa y la puerta se abrió dejándome ver una hermosa figura femenina. Shawn quedó estupefacto al igual que la joven pelirroja que estaba frente a él. La joven tenía un parecido extraordinario con Joe. Los ojos miel, su nariz, y la sonrisa... tenía la misma sonrisa blanca y perfecta.

—Mary... —tartamudeó parpadeando varias veces, como si fuera una alucinación.

Yo seguía allí, parada como una tonta sorbiendo la nariz.

—¿Qué haces aquí, Shawn? —dijo ella el borde del llanto.

—Yo... tu... tu hermano. ¿Dónde está? —preguntó aún en trance. Parece que aún estaba muy enamorado de ella, y el sentimiento parecía ser mutuo.

—No está en casa... fué a buscar a una amiga con la que fué muy grosero. ¿Algo más? —preguntó sonando indiferente.

¿Una amiga? No quise suponer que se trataba de mí pero lo hice. Dejé a Shawn con ella para que solucionen sus problemas y fuí corriendo a buscar a Joe.

Cuando llegué al edificio subí esperanzada de encontrarlo allí, frente al elevador... pero no estaba. Decidí subir hasta mi puerta, estaba esperazada de verlo allí pero tampoco estaba... Sentí mi corazón quebrarse y recosté mi cabeza en la puerta, por fin llorando de nuevo. Nunca había llorado así, tan cansada y tan rota, estaba en el punto de que no me importaba que me vieran como una loca.

—Soy una maldita fracasada —jadeé en medio del llanto.

—No lo eres, linda —mi llanto cesó y levanté la cabeza mirando directamente la puerta... ¿Podría ser posible?...

Me giré, mi cara estaba transformada a causa de todo el tiempo que lloré. No dormí  ni comí bien esos días.

—Dios, pequeña... te ves muy mal... —dijo Joe acercándose a mí—. Entremos, por favor... necesitamos hablar.

Como pude abrí la puerta y no articulé ninguna palabra. Entramos y nos sentamos en el sofá.

—¿Estás así por mi culpa? Lo siento, sé que fuí un imbécil, lo admito pero, perdóname —dijo quebrándose. No, no quería que también llore conmigo.

—No es tu culpa... todos nos equivocamos —dije limpiando mi cara.

—Sé que tu no tienes la culpa de lo que pasó.

Me quedé el silencio. Él acarició mi mejilla limpiando las lágrimas restantes. Volví a sentir aquella sensación.

—Perdóname, linda —susurró cerca de mi cara. Y cuando menos lo imaginé estampó sus labios sobre los míos. Me estaba besando ¡Al fin lo estaba haciendo!

Reaccioné y le seguí el beso. Su boca sabía como un manjar, sus labios eran adictivamente suaves y besaba genial.

—¿Me perdonas? —susurró encima de mi boca y no pude resistirme.

—Eres humano y un error no puede marcarte mal —sonreí y él volvió a besarme.

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Los días pasaron y oficialmente éramos novios, me pidió que lo fuera en el mismo elevador donde nos conocimos. Era incómodo por lo sucedido pero le dieron una oportunidad a Shawn y estábamos en la boda de mi hermano y Mary. Él se equivocó pero lo asumió y ahora quiere remendar su error. Matt, nuestro sobrinito era precioso y muy amoroso. Jason había conseguido novia y se había alejado de mí.

Todo estaba hermosamente bien. Y me hacía sentir completa. ¡Al fin estaba todo bien! Y podía decir que estaba felizmente bien junto al chico del elevador.

Fin.