¿Yaoi? Yaoi

Almas Gemelas No Destinadas.

¡Mierda!

El maldito de Corel le ha hecho daño a mi hermoso Shun. ¡Mierda y más mierda!
Mi nombre es Lou, un gusto. Mi hermano gemelo es Shun, y mi hermanastro mayor se llama Corel. Mi hermano menor por dos minutos, ha estado enamorado de Corel desde la primera vez que lo vio.

Aún recuerdo ese instante, en el que mi vida se rompió por completo y todo se volvió estúpido y sin sentido. Por si no se habían dado cuenta, estoy enamorado, perdidamente enamorado de Shun.

Vaya problema.

Había dejado la casa para que ellos pudieran arreglar sus diferencias, o lo que sea que tengan. Les había dado la oportunidad de estar solos y tener sus... Cosas. Había dejado a Shun ser feliz. Pero a qué costo.

La casa de Xavier era grande y bonita. Xavier es mi mejor amigo, confidente y casi un hermano para mí. Más alto que yo, de cabellos negros y ojos azules, con una apariencia de macho heterosexual, pero en realidad es homosexual. Y no miento, él es la persona más varonilmente homosexual que he conocido en mi vida.

¡Ah! Y se me olvidaba... Pasivo.

No me enteré de la forma más decente de su sexualidad, y no creo que quieran saber cómo conocí su verdadero ser.  Xavier es un buen chico; de buena familia, buenas notas, excelente coeficiente intelectual, es guapo. ¿Qué más puede pedir una chica? Supongo que su heterosexualidad, o por lo menos bisexualidad, pero pues... No.

Hace 2 años que Xavier me había confesado sus sentimientos, y hace 6 años que somos amigos-hermanos. ¿Cuánto tiempo lleva amándome? No tengo idea. ¿Le correspondo? No. Siento que soy muy cruel, pero C.R.U.E.L es bueno...

Tampoco es que vaya a estar con alguien que no me gusta de manera sentimental, aunque justo ahora, con tanta mierda metida en mi cabeza, no estoy pensando mucho en eso.

— ¿Quieres jugar Until Dawn? —me pregunta sonriendo cálidamente, pero a la vez sexy.

— Va.

Prende la consola y nos ponemos a jugar.

*

Después de jugar unas tres horas, ambos terminamos cansados, mentalmente, porque físicamente solo moví mis dedos... Y no de la manera sexual. No sean malpensados. Nos acostamos en el piso, uno al lado del otro, reponiéndonos de los sustos que nos causaba el juego, puesto que los "Wendigos" había hecho su aparición y nos habían puesto los pelos de punta.

— Genial, eres bueno jugando —dice Xavier riendo —, ya casi acabamos el juego.

Giro mi cuerpo, y me encuentro su rostro a centímetros del mío, cosa que no me incomodó, pero él se sonrojó de pronto y se levantó rápidamente del suelo. Frunzo el ceño, ¿por qué hace esas cosas tan repentinamente?

— ¿Sucede algo? —pregunto confundido.

— Pues, ¿no es obvio? —también frunce el ceño —Me gustas.

Suspiro. Es verdad. Algunas veces lo olvido, pues solamente lo veo como un amigo, un buen amigo que siempre está ahí para mí. Aunque él quiera ser otra cosa. ¿Por qué yo no le doy una oportunidad? Ahora que sé que no tengo ni la más mínima con Shun.

— ¿Qué tanto te gusto? —pregunto arqueando una ceja y sonrío.

Xavier parpardea rápidamente y me mira con incredulidad.