O9.- Bye.

216 16 3
                                    

"Mi niña, me voy pero mi corazón se queda contigo"

(1/2)
                  

Me desperté con el aroma del cabello de Baggio. Parpadeé y ví a Baggio en la misma posición en la que se había dormido. Su cabello estaba cerca de mi boca, y olía tan delicioso. La noche anterior, en el mismo lugar en que estábamos, lo habíamos hecho.
No me moví en ningún momento, para no despertar a Baggio. Recuerdo lo indefenso que se veía Baggio ayer, y la forma en que se arrodilló para que no lo dejara, recordaba cómo ambos nos necesitábamos uno al otro y la hermosa manera en que me demostró que de verdad me amaba. Si no me amara, no tuviera que quedarse, hubiera podido dejarme e irse fácilmente cuando me encerré en mi habitación. Pero ahí estaba él, durmiendo en mis brazos.
Miré hacia mi despertador, que estaba en la mesa a un lado de mi cama. Aún era temprano, tenía todavía 3 horas antes de que mis padres regresaran, jugué con el cabello de Baggio, toqué una parte de su espalda con mi dedo, contando sus lunares, todas esas marcas eran parte del chico que amaba tanto.
Estaba feliz de saber que había perdido mi virginidad con alguien que me había salvado la vida más de una vez, que se preocupaba por mí, y lo más importante...que me amaba.
Sentí a Baggio moverse, las sabanas de la cama estaban enredadas entre nosotros. Sus ojos se abrieron una vez y se cerraron de nuevo, él tenía sus ojos cerrados, se acercó un poco más cerca de mí para que su rostro quedara junto al mío.

- Tuve el mejor sueño amor- comenzó a hablar Baggio, con voz aún de sueño.

Me reí y él abrió los ojos, me miró a los ojos, y después hacia mi cuerpo. Tenía puesto mi brassier negro, y estaba tapada con las sabanas.

- No fué un sueño Baggio - le respondí.

Acaricié su rostro y él me abrazó con una gran sonrisa.

- Oh, ya lo sabía.

Volví a reír y él me besó.

- Me sorprende que tus labios no te duelan, por anoche.- me dijo.

Recordé entonces lo enviciados que estábamos besándonos la noche anterior, nos quedamos acurrucados ambos en los brazos del otro, hasta que Baggio se levantó para vestirse.
Baggio levantó del piso mi ropa y me la dió con una sonrisa traviesa en su cara, sonreí y me sonrojé, y después me levanté para vestirme también.

- ¿Cómo están tus puntos?- le pregunté, aún no se había puesto su camisa, entonces se dió la vuelta y me mostró.
- Están bien, casi no me duele, gracias otra vez mi amor.

Ambos bajamos las escaleras, Baggio me cargó, tenía mucha fuerza. Me llevó hacia la cocina y comenzamos a cocinar.

- Yo me encargo del desayuno.- comenzó a decirme.
- ¿Enserio? te puedo ayudar...
- Yo lo haré.

Entonces recordé mi habitación, era un desastre y tenía que arreglarla antes de que llegaran mis padres.

- Ok, entonces lavaré las sabanas.

Baggio me sonrió y me di la vuelta para subir de nuevo las escaleras. Lavé las sabanas y la ropa de Baggio. Las puse en la secadora y volví hacia la cocina.

- Justo a tiempo Yan, recién terminé.- me dijo cuando llegué.

Nos sentamos en el comedor y comenzamos a comer. Hablamos y reímos mientras desayunábamos. Aproveché el tiempo con él, ya que mis padres estarían en casa en cualquier segundo.

- ¿Te veré mañana Baggio?- le pregunté.

Baggio caminaba hacia la puerta, le dí su ropa.

- Por supuesto, en cualquier momento.- Se dió la vuelta y me abrazó con fuerza, lo abracé también, sintiendo su corazón latir contra el mío. Baggio me besó tiernamente y se dió la vuelta para irse. - Te veré lo más pronto que pueda princesa, cuídate.-

-Enamorada de un asesino- Franccesco ❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora