1O.- Los amigos

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N.a.: Nathan en multimedia

"Sólo explícame ¿qúe tienes que me gustas tanto?"

(2/2)

   En los últimos 4 meses yo había sido un desastre. Había dejado a Baggio resbalarse entre mis dedos, se había ido. La gente me preguntaba que qué me pasaba. Me volví callada y distante a los demás. Mis padres pensaban que era por mi hermano, pensaban que yo lo veía como un héroe, y me falló.
Estuve de acuerdo con eso y no discutí, Baggio había mantenido su palabra, él se había ido para siempre. Me sentía traicionada y utilizada, pero más que nada, me sentía culpable. Cuando recordaba a Baggio, sabía que podía haber hecho todo mejor, lo pude haber cambiado completamente, me culpaba a mí misma por eso y muchas cosas, me culpaba por haber sido tan fácil y haber caído, me culpaba por no ser feliz.
Me había comprometido más con la escuela que con cualquier otra cosa, eso me distraía de todo. Me volví la estrella de soccer también, todo lo que hacía era perfecto, pero ya no tenía vida. Tan solo estaba dedicando más tiempo a cualquier cosa, en vez de encerrarme en mi casa.
Tuve un mal momento el primer mes cuando Baggio se había ido. Recordaba todo exactamente como si hubiera pasado hace un par de horas, cuando nos sentábamos en el sofá a mirar televisión, cuando estábamos en mi habitación, cuando cocinábamos o comíamos juntos, me había vuelto aburrida e insensible.
No había sido yo misma últimamente, todo era lo mismo, evitaba ver las noticias a toda costa.

Fué un día en la escuela, donde estaba caminando hacia mi casillero después de la cuarta hora antes de quedar de verme con mis amigos en el almuerzo, abrí mi casillero y metí dos libros ahí, arreglé un poco el casillero ya que algunas cosas se habían desordenado. Estaba arreglando algunos documentos en una carpeta cuando de repente escuché a alguien detrás de mí.

- ¡Hola Yan!

Me dí la vuelta para ver a Nathan sonriendo dulcemente cargando su mochila sobre su hombro. Nathan era un gran amigo mío, me recordaba a mi fiel golden retriever que tuve hace años, solo que Nathan tenía cabello obscuro en su rostro.
Había dejado su patineta a un lado.

- Hola.- le respondí, cerré mi casillero y volteé de nuevo hacia él. - ¿te puedo ayudar en algo?

Comencé a caminar y Nathan iba a un lado mío. Miré a un par de chicas pasar y suspirar mientras veían a Nathan caminando junto a mí.

- Nah, solo pensé en esperarte, ya que vengo de la clase de la Sra. Kingston tarde.

La clase de la Sra. Kingston. Estaba cerca del piso en el que nosotros estábamos, mi estómago se revolvió cuando recordé cómo Baggio me había defendido del Profesor Adams hace meses. Luché contra mis lágrimas mientras miraba por el pasillo.

- ¿Estás bien Yan? Tengo un minuto si quieres...- Nathan dijo esas palabras de verdad, no estaba fingiendo, no como Baggio. - ¡¿Hola?! Tierra llamando a Yanin -

Parpadeé y miré a lo lejos.

- Estoy bien, de verdad. - le respondí, mi voz se entrecortó un poco cuando lo dije, y no lo miré a los ojos.

Sentí que me tomaba mi mano para que lo viera a los ojos. Él me miró y me abrazó, me quedé en shock un momento, no me habían abrazado en mucho tiempo.

Respiré el aroma de su colonia, no era una esencia muy común que los chicos solían usar. Nathan me apretó con más fuerza y yo le devolví el abrazo.
¿Por qué estaba haciendo esto? Estaba muy segura de lo que sentía Nathan por mí, pero, ¿podría yo sentir lo mismo también?
Lo conozco desde hace mucho tiempo, él ha sido siempre uno de mis amigos más fieles, siempre había estado ahí cuando yo lo necesitaba, ¿cómo podría herirlo? Yo tenía a... Baggio.

-Enamorada de un asesino- Franccesco ❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora