¡NO ME DEJES!

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NARRA ASAMI

Cuando escuche ese grito ni siquiera dude un solo momento en ir en busca de donde provenía, hasta que lo vi ahí en el primer piso buscándome, cuando por fin nuestras miradas se cruzaron sentí una alegría pues al fin lo tendría entre mis brazos.

Estabamos tan cautivados de que al fin estaríamos juntos qué no preste atención a nuestro alrededor hasta que de las sombras salio un hombre y le disparó a lo más preciado para mí, automáticamente baje las escaleras aunque no recuerdo como logre bajar las escaleras tan rápido, al llegar al piso en donde estaban los dos mate al hombre que le disparó a Takaba y fui a ver al fotógrafo.

No me dejes mi amado fotógrafo, pensé lo peor pero al acercarme me percaté de que la bala le había dado en el hombro lo cual me tranquilizó un poco el saber que no me quedaría sólo.

-Takaba hey, repetía una y otra vez el pelinegro con la esperanza de no perder a la persona más importante para el.

Después de intentar varias veces el menor despertó del desmayo qué sufrió. Tras ver que Takaba se encontraba bien Asami sonrió ante el hecho de que no volvería a estar solo en  la vida.

-¿Asami?, preguntó el menor aturdido pues pensaba que estaba alucinando.

-Si ya estoy a tu lado, respondió el pelinegro abrazando al menor.

-¿Porqué no habías venido por mi?  ¡¿Porqué?!, dijo a gritos el menor al momento de tomar al pelinegro de su saco.

-¿Yo?.... Lo siento por haber tardado tanto, dijo el yakuza cuando abrazo al fotógrafo.

-Lo siento pero al fin estoy a tu lado pero no vuelvas a sacudir de esta manera mi corazón ¿de acuerdo?, hablo el pelinegro dejando sorprendido a Takaba por las palabras que había escuchado.

-Esta bien, dijo el menor sollozando pues lloraba de felicidad de que su amante había ido por él.

A su manera Asami estaba expresando los sentimientos que sentía hacia el fotógrafo.

-¡En cuanto a ti!, Asami hablo refiriéndose a Feilong el cual se encontraba a unos cuantos metros de distancia observando.

-Ya no te necesito para nada, dijo el pelinegro al momento de apuntar con su arma al Dragón el cual se paralizó pues no se esperaba lo que estaba pasando.

-¡Asami espera!, grito el fotógrafo cuando se colocó enfrente del arma de Asami y protegía a Feilong.

-Takaba ¿qué?,  cuestionó el Dragón ante tal situación.

-Tal vez pienses que fue malo conmigo todo el tiempo sin embargo si lo matas dejarías sin familia a un inocente, hablo el fotógrafo dejando sorprendidos a los presentes.

-Esta bien si es lo que tu quieres, fue lo último que dijo el pelinegro al momento de bajar el arma y dirigirse a Takaba.

Antes de irse del barco en los brazos de Asami el fotógrafo a su manera se despidió del Dragón el cual se encontraba paralizado ante simple hecho de que el menor lo había defendido.

-Señor ¿los detenemos?, cuestionó uno de sus subordinados al ver que Takaba se iba con el yakuza.

-No déjenlos irse, fue la orden que dio Feilong observando como se iba su enemigo.

**********Fuera del barco ***********

-Lo siento el haber tardado tanto en ir por ti, hablo el pelinegro abrazando al menor.

-Pensé que me dejarías con Feilong, dijo el fotógrafo el cual se encontraba sollozando.

-Jamás te dejaría te has convertido en la persona más importante en mi vida, a su manera el pelinegro dejaba reflejar sus sentimientos.

-Asami déjame ver tu hombro, dijo el menor al momento de desabotonar la camisa del yakuza para observar la herida de su hombro la cual estaba sangrando.

-¿Por qué lloras?, cuestionó el pelinegro alzado la cara del menor el cual trataba de ocultarse en el regazo del mayor.

-¡Lo siento todo esto es mi culpa!, respondió el fotógrafo mirando a Asami con los hijos llenos de lágrimas.

-No digas eso la culpa fue mía pues no pude protegerte ¡yo lo siento!, fue lo último que dijo el pelinegro antes de darle un beso en los labios al menor.

El menor correspondió el beso comenzando a jugar con sus lenguas tratando de invadir  todo a su paso, el pelinegro simulaba embestidas en la boca del fotógrafo hasta que tuvieron la necesidad de separarse para tomar iré.

Asami comenzó a desvestir a Takaba empezando por su camisa la cual fue quitando poco a poco dando pequeños besos por toda la piel que había a su alcance hasta deshacerse por completo de la prenda. Cuando despojó al menor de su ropa por completo, Takaba comenzó a besar a Asami lijuriosamente mientras le bajaba el cierre del pantalón y tomando su miembro ya erecto desesperado por ser liberado.

El simple contacto de las manos de Asami en todo el cuerpo del menor hacia qué este se estremeciera y emitiera pequeños gemidos lo cual enloquecia al yakuza pues ante su punto de vista se veía atractivo.

Cuando ambos quedaron totalmente desnudos se volvieron a dar otro beso antes de continuar, posicionándose Asami debajo de Takaba.

-Lamelos, ordenó Asami al momento de acercar tres de sus dedos hasta la boca del menor el cual los lubrico.

-Asi me gusta obediente, dijo de forma sarcástica el yakuza al momento de introducir el primer dígito en el interior del menor el cual dobló su espalda y hecho su cabeza hacia atrás.

-Ni me trates co....mo si fuera..ah...un animal, dijo el fotógrafo entre gemidos del placer qué Asami le estaba provocando.

Asami no respondió pues metió el segundo dígito haciendo qué Takaba dejara escapar un pequeño grito. El primero de la noche.

-¿Listo?, preguntó el pelinegro cuando metió el último dígito.

-Aún lo preguntas, respondió el menor cuando movió sus caderas hacia adelante en un movimiento involuntario invitando a Asami a entrar.

-Voy a entrar, advirtió el yakuza aunque no le dio tiempo al fotógrafo de responder pues metió yodada su hombría en el.

-Asami....., era lo único que lograba decir debido a los diversos tipos de placer a los que era sometido pues Asami mientras lo embestida también lo más turbada.

Tras hacerlo en varias ocasiones ambos terminaron agotados.

-¿Asami?, cuestionó el menor al pelinegro el cual no tardó en responder.

-¿Qué ocurre?

-¿Me amas?, volvió a cuestionar el menor pues queria oírlo de Asami.

-Por supuesto ¡DARÍA MI VIDA POR TI!

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