Capitulo 13: El Consejero del Rey

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Un rayo de sol se cuela travieso por mi ventana cayendo justo sobre mi cara haciéndome despertar. Me quedo un rato en mi cama recordando los días anteriores. Después de que él concejo y mi madre decidieran que aplazarían mi visita a Gyúxst, traté de convencer a Larissa de que cambiara de parecer mediante argumentos válidos -en realidad llegue casi a rogarle, de lo cual no estoy muy orgullosa, pero fue necesario- pero ni mi hermana y yo conseguimos hacerle cambiar de opinión. En lugar de eso, solo conseguí que mi madre me asignara un guardián personal para protegerme e impedir que escapara; aunque en verdad no era necesario, ya que la vez que intenté huir fui atacada por drows y casi muero, acabando en él hospital, mis ideas de escapar desaparecieron. Aun con todo y guardián, Calatar estuvo visitandome, manteniéndome informada sobre los planes y acciones de Inttyälle. Unos golpes me sacan de mis pensamientos. Sin esperar respuesta, uno de los arcontes que me cuidan, entró a mi habitación dejando sobre él sillón una bolsa de tintorería y un sobre, y salio sin decir nada. Lentamente me levanto de la cama y me acerco a analizar cuidadosamente la funda. Junto las cejas al ver él contenido de la bolsa y decido abrir él sobre, él cual tiene unas instrucciones.

Entre gruñidos y protestas de mi parte me pongo un vestido que han dejado para mi. No es que no sea hermoso, porque lo es, pero yo no soy una aficionada a usar vestidos. Acaricio suavemente la tela plateada, que hace que mi cabello resalte más.

Suspiro al verme en él espejo. No soy hermosa, pero no me veo mal. Él vestido hace resaltar mi figura, con un corte que marca mi cintura, llegando hasta mis rodillas. Doy una vuelta haciendo brillar él vestido.

Salgo de mi cuarto, bajando cuidadosamente las escaleras, pues aún no me acostumbro a usar tacones. Me detengo ante una puerta de madera cerrada, donde, según las instrucciones que me dejaron junto con él vestido, debía de estar a medio día. Dudo unos segundos si llamar o esperar, pero después de un rato me decido a tocar la puerta, primero suavemente pero después un poco más fuerte y con seguridad. Al otro lado de la puerta escucho pasos por lo que me hago para atrás. Mi hermana abre la puerta con mala cara.
-Les dije que no interrumpieran si no era algo impor...-Se corta abruptamente al ver que soy yo y su cara cambia completamente, dedicándome una sonrisa-Te queda fantástico ese vestido. Entra, te estábamos esperando.

Sigo a mi hermana dentro de la habitación que resulta ser una especie de estudio. Tres de las cuatro paredes están cubiertas por estantes cubiertos de libros, y la pared restante es un inmenso ventanal con un balcón que da al exterior. Detrás del escritorio se encuentra mi madre sentada, con un vestido rojo sin mangas, y un ligero escote, haciéndole parecer una modelo. Frente a la chimenea hay una pequeña sala con estampado floral. Inhalo profundamente y él olor a libros, mezclado con él perfume de mi madre y mi hermana, y de la leña quemada de la chimenea le dan un aire armónico a la habitación, haciéndote sentir cómodo. Me siento en uno de los sillones lo más erguida posible para escuchar lo que mi madre tiene que decirme.
-Kiara, querida. Tal vez te estés preguntando por que te hemos pedido que te arreglaras así-Habla mi madre, con su firme pero suave voz. Llevo más de una semana sin verla, lo cuál hace que la mire un poco sorprendida. Olvidaba cuan armónico suena su voz. Me limito a asentir ante sus palabras.-Bueno, se que en esta ultima semana hemos estado muy ocupadas y no hemos tenido la oportunidad de convivir, por lo que no he tenido la ocasión de comunicarte que él día de hoy él consejero personal del Rey de los Iratxos nos acompañará a una cena de gala en su honor.-Larissa me mira atentamente esperando una respuesta de mi parte, pero lo único que hago es quedarme allí viéndola fijamente.-¿Kiara?-Pregunta mi madre algo extrañada.
-Si.-Me limito a contestar. No estoy consciente de que me he levantado hasta que ya estoy girando la manija de la puerta.-Me retiro. Las veo en un rato.-Les informo. Sin esperar respuesta de su parte salgo de la habitación. Mientras más me alejo de aquel estudio, más ahogado suena la conversación entre mi madre y mi hermana, callando también sus pensamientos que estaban empezando a resonar en mi mente.

Camino algo apresurada entre los pasillos del palacio, sin rumbo alguno, absorta en mis pensamientos. Después de unos minutos me detengo, puesto que ya no aguanto los tacones. Me recargo en una de las paredes y me quito delicadamente los zapatos. Cuando levanto mi cabeza me doy cuenta que no conozco esta parte de la casa: estoy perdida. Suelto un suspiro de frustración, mientras intento abrir las puertas, tratando de encontrar a alguien, pero todas están cerradas con llave. Después de un rato, encuentro unas escaleras y decido averiguar hacia donde me llevan. Subo cansadamente los escalones. Cuando llego al último peldaño me encuentro en una habitación hexagonal sin ninguna puerta o salida. Las paredes están cubiertas por cuadro de personas, pertenecientes a otros tiempos, imagino por sus ropas. Me acerco a los cuadros para analizarlos con mas atención, intentando entender que tenían en común todos esos cuadros, pero no encontraba nada.
Suelto otro suspiro y me recargo sobre la pared, la cual se empezó a mover. Suelto un grito ahogado y por reflejos me echo hacia atrás. La pared se mueve lentamente dejando ver un pasillo secreto. Según toda mi experiencia basada en películas, me dice que no debo entrar, pero como siempre la curiosidad es mayor. Entro por aquel pasillo estrecho. Después de unos ciento diez pasos tuve que girar a la izquierda. Por poco me doy de bruces con una puerta, la cual no se veía porque estaba todo oscuro. A tientas busco la perilla de la puerta, y deseando que este abierta, la giro lentamente.

La puerta se abre con un crujido. Contengo la respiración sin saber lo que me aguarda al otro lado. Al abrir un poco más una fina luz se cuela en la oscuridad, rebelando al otro lado una habitación enorme. En él centro hay una mesa con unos aparatos extraños. Las paredes llenas de libreros, y las que no estaban ocupadas por los estantes, tenían mapas con aspecto extraño, y cuadros de lugares desconocidos y hermosos.

El cansancio me invade, por lo que me siento en uno de los varios sillones que están distribuidos por la habitación. Los pensamientos se acumulan en mi mente y trato de entender por que actúe así hace un rato. No había razón coherente para que reaccionara tan abruptamente por la noticia de la visita del consejero del rey. Me quedo con esta idea en la cabeza antes de quedarme dormida

Despierto sobresaltada al escuchar un reloj. He estado durmiendo tres horas seguidas y ahora son las cinco. Lo peor es que no tengo ni la mínima idea de como regresar y cada vez se hace más tarde. Cierro los ojos y me concentro en mi habitación. Una sensación de vacío recorre mi estómago y cuando abro los ojos me encuentro en mi recámara. Me vuelvo a colocar los tacones y salgo en busca de mi hermana.

Estoy tan distraída pensando en donde se podrá encontrar mi hermana, que no me doy cuenta de que había una persona frente a no hasta que choco con ella. Ahogo un grito y me doy cuenta de quien se trata.
-Kiara, ¿donde estabas? Me tenias preocupada-Dice Anhelisse algo apresurada-Ven, tenemos que estar en él salón principal en menos de diez minutos. La comitiva de Gyúxst esta por llegar.

La sigo hasta él salón principal y llegamos justo a tiempo. Mi madre, la reina, me mira con él ceño fruncido. Agacho la mirada a mi vestido y me doy cuenta que tengo una telaraña pegada en él borde. Rápidamente llevo una mano a donde se encuentra esta y la retiro con algo de dificultad. Casi inmediatamente se abren las puertas del salón. Una comitiva de hombres se abre paso por la habitación escoltando a un hombre ligeramente más alto que los demás. Se detienen a unos metros de donde esta mi madre sentada en él trono y hacen una reverencia.
-Sus majestades-Dice él consejero incorporándose. Su mirada se posa en mi, y tengo que ahogar una exclamación al ver aquellos ojos que tanto conozco.


De verdad disculpen. Estas ultimas semanas han sido una completa locura para mi y he estado muy ocupada con los proyectos. Al fin salí de vacaciones y tratare de actualizar más seguido.

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⏰ Última actualización: Jun 15, 2016 ⏰

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