Liam lleva mirándome raro desde que estuve enferma dice que debería estar enferma más seguido, pero no tengo ni idea de lo que pasó ese día, no me acuerdo de absolutamente nada salvo que nos besamos, y si, los besos de Liam son algo….algo no, son difíciles de olvidar y confundir y eso me confunde más, aunque la verdad es que desde que eso ocurrió Liam está más sumiso y no me acosa…pero hay un problema, los chocolates……..Lucas sigue mandándome chocolates y por lo tanto Liam sigue comprando, si abres los roperos de la cocina una avalancha de chocolates te tirará al suelo como me acaba de pasar a mí.
- ¡Se acabó, no aguanto más, Liam ni se te ocurra comprar un chocolate más!. –Dije estallando.
- Pues dile a mi hermano que no te mande más. –Dijo indiferente leyendo un libro.
- ¿te crees que no lo he intentado?.....pero en los paquetes no figura ni su número ni dirección, y tú no me quieres decir donde vive.
- No tienes que saberlo.
- ¡¿cómo quieres que los devuelva entonces?!
Pasaron los días y los chocolates de ambas partes seguían llegando. ¡Se acabó!.
- ¿Quieres que te ayude? – Preguntó Mayer por teléfono.
- ¿cómo? – Dije agotada.
- Mi primo trabaja en correos, le puedo pedir su dirección.
- ¿En serio?...genial….¿oye y tu prima que tal?...es una pena que su familia se haya tenido que mudar a Italia.
- Si, ya lo sé, ayer hablé con ella y dice que preferiría estar acá.
- Ah oye Mayer, con respecto a ese chico que te gusta……al parecer va a ver una cena de famosos la próxima semana y va a ir…..¿quieres ir conmigo?
- ¿En serio?...claro que si….que emoción.
Dos días después Mayer me había dado por fin la dirección. Salí sin que Liam me viese para evitar celos o que me pudiese detener o peor, que quisiese acompañarme, pero justo antes de llegar a la casa la cual era casi más grande que la misma Casa Blanca, Liam me llamó.
- ¿Dónde estás?
- ¿Dando un paseo?.
- ………
- Vale vale…..- ¿Cómo es que siempre sabe cuándo estoy mintiendo?- Fui a la casa de tu hermano, es decir a tu casa (el hermano vivía en la casa familiar donde Liam se había criado, y eso me daba cierta curiosidad)….quiero que deje de enviarme los chocolates.
- ¿estás loca?...quedate ahí, ya voy a buscarte.
- Liam, por favor confía en mi……dame dos horas.
Liam se mantuvo en silencio un par de minutos. – Dos horas, si a las dos horas no estás aquí te iré a rescatar. – Dijo colgando
¿Rescatarme dijo?.... ¿qué soy, una princesa encerrada en lo alto de una torre?
Toqué en la puerta y como si de verdad se tratase de un castillo me abrió un mayordomo, le expliqué que quería ver a Lucas y este lo llamó.