Save your heart

1K 10 0
                                    

Me desperté por culpa del móvil cuando empezó a vibrar. Sin abrir los ojos palpé la mesa hasta dar con el teléfono. Miré el reloj, las 2:07AM.

-Genial -gruñí. Consulté la pantalla antes de descolgar, era Charly -¿Se puede saber qué mierda quieres a estas horas? -espeté.

-Oye preciosa, no te pongas así conmigo, sabes que si te llamo tan tarde es porque sé que te interesa mi oferta -noté como sonreía sin necesidad de verle.

-De que se trata -dije bostezando.

-Una pelea, por 200, sé que te va bien la pasta.

-Muy bien, Charly, sabes muchas cosas, ahora dime donde se peleo.

-En el ring de siempre, te espero en cinco minutos, no tardes pequeña -y colgó.

Con 19 años y la gente seguía llamándome pequeña... en fin, no es que mi altura y mi apariencia de niña ayudaran, pero ya era mayorcita. Me desperecé, me puse rápidamente ropa cómoda y unas deportivas y me puse una sudadera por encima, me hice con las llaves de casa, de la moto y el teléfono y salí de la vieja casa sin hacer ruido para no despertar a Tyler y Josh. Me subí a la moto, me puse el casco y llegué al lugar citado en cinco minutos. Estábamos a finales de verano y por las noches empezaba a refrescar un poco. Aparqué la moto junto a otras y caminé hacia el ring.

El "ring" (si es que se le podía llamar así) consistía en una luna en el suelo, un poste en cada esquina y una cuerda para separar el ring de la gente del público, todo esto situado en una pequeña explanada situada detrás de una casa donde no vivía nadie.

Pronto visualicé a Charly que se acercaba a mí con una sonrisa. Cuando llegó, me dio un abrazo.

-Veo que hay público- dije mirando por encima de su hombro.

-Siempre hay público cuando peleas tú -dijo mientras se separaba de mí -¿Cómo están las cosas en casa?

-Ya sabes, bien, como siempre -sonreí- ¿contra quién peleo?

-Contra esa chica de allí –señalaba a una chica que ya estaba preparada dentro del ring. Estaba charlando con, supuse, sus amigos. Era por lo menos una cabeza i media más alta que yo –Se llama Abby.

-Alguien de mi tamaño no había ¿verdad? –dije sarcástica.

-Ni que tuvieras problemas con la altura de las demás personas –contestó con una sonrisita.

Nos dirigimos los dos hacia el ring. Pasé entre el público, donde caras conocidas me dedicaban palabras de ánimo sin que yo llegara a entenderlas. Me coloqué rápidamente enfrente de mi oponente, que me miraba con aires de superioridad. Charly se puso entre nosotras, haría de árbitro.

-¿Contra esa peleo? –dijo Abby con una profunda voz nasal. Yo levanté una ceja –esto va a ser pan comido.

-Esa se llama Emily –intervino rápidamente Charly antes de que yo contestara –y menos charla chicas, el combate va a empezar. Las normas son sencillas, podéis pelear como os venga en gana, pero no se pueden utilizar ningún tipo de objeto. Gana la primera que deje KO a la otra o si la contrincante se rinde. ¿Entendido? –Asentimos las dos- Muy bien chicas, a luchar –y dicho eso, se retiró a un lado.

***

Llegué a casa una hora y media más tarde, fui hasta la cocina, donde me encontré con Josh, que se había despertado para beber agua. Me sacaba cuatro años, era moreno de piel y tenía los ojos y el pelo oscuros. A veces parecía increíble cómo podía ser tan atractivo y verse siempre tan bien con el aspecto desgarbado y dejado que tenía. Junto con Tyler, hacía tres años que vivíamos los tres juntos.

-Llegas tarde –dijo dejando el vaso en el fregadero- espero que al menos hayas ganado- dejó ver esa dentadura tan blanca que contrastaba con su piel morena.

-Por supuesto que he ganado –dije con aires de grandeza.

-Me parece bien, pero eso va a tener un aspecto feo mañana –dijo mientras me rozaba la mandíbula con los dedos –buenas noches Emily –y se fue a su habitación.

Era verdad que había ganado, por muy grande y fuerte que hubiese sido Abby, yo era más rápida e inteligente que ella y podía aprovecharme de ello. Pero también me había llevado un fuerte golpe en la mandíbula, que, como había dicho Josh, se me podría morado al día siguiente. Cansada por la pelea y por haberme despertado tan pronto, volví a la cama a descansar.

Save your heartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora