Capítulo VI

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Estaba caminando de vuelta a casa con Sarah tras haber finalizado nuestro turno, cuando consulté el reloj: 22:17. Suspiré.

-¿Todo bien? Has estado muy callada toda la tarde –comentó Sarah.

-Ian me ha llamado hoy.

-¡Menudo imbécil! ¿Cómo mierda se atreve a llamarte después de todo? –salté cuando elevó la voz

-No sé –me encogí de hombros- tú lo has dicho, es un imbécil. Igualmente no es eso.

-¿Entonces? –preguntó curiosa.

-Después de que colgara, me topé con Harry, el chico que conocí el primer día –le expliqué lo sucedido con Harry.

-Tú también has sido un poco imbécil con el chico.

-Lo sé, pero estaba muy enfadada por lo de Ian –me mordí el labio-. Estaba siendo muy agradable hacer el trabajo con él, ahora ya no será así.

-¿Sabes qué haría yo en tu lugar? –la miré- me presentaría en esa fiesta y le pediría perdón.

***

Dejé la moto junto a otros vehículo que habían aparcados delante de la casa. No sé cómo Sarah había conseguido convencerme para venir, pero después de hablar con ella, me cambié de ropa, me arreglé y aquí me encontraba, delante de la casa donde se celebraba la fiesta. Por lo que Harry me había contado, la calle donde me encontraba se trataba de casas exclusivamente para los estudiantes de la Universidad, que se encontraba a una calle, por lo cual, no había problemas por molestar a los vecinos, porque todos estaban metidos en la fiesta.

La música retumbaba por todas partes. Pasé al lado de una pareja besándose, más bien comiéndose el uno al otro, para entrar dentro. Eran las 23:34. El salón con cocina abierta era enorme y a través de los cristales en el fondo podía verse un jardín trasero muy grande con una piscina. Todo el mundo bailaba, el ambiente era muy alegre y alocado y se notaba que mucha gente ya iba pasada de alcohol.

Me acerqué hasta la nevera, de donde saqué una “Corona”, mi preferida. Me las apañé para localizar un abridor y llevarme el botellín a los labios. Desde donde estaba empecé a buscar a Harry con la mirada, le debía una disculpa.

Empecé a moverme por la zona cuando me tropecé con una chica delgada de pelo castaño.

-Perdona, no miraba por donde iba –la chica me sonrió.

-No te preocupes, no es nada –se iba a marchar en dirección a la cocina cuando la paré otra vez.

-Por cierto ¿conoces a Harry? –le pregunté.

-¿Styles? –asentí- por supuesto –sonrió.

-¿Sabes dónde está? –la chica me señaló un punto en el jardín. Cerca de donde se encontraba la piscina, había una zona de sofás. Allí distinguí a Niall, así que supuse que también estaría Harry –gracias –sonreí.

Me dirigí hacia aquellos sofás y enseguida vi a Harry. También estaban Zayn, Louis, Perrie y algunas personas más que no conocía.

-¡Has venido! –gritó Perrie en cuanto me vio. Se levantó y me dio un abrazo. Harry giró la cara.

-Sí –medio sonreí- esto… Harry ¿podemos hablar por favor? –puso los ojos en blanco, pero se levantó y se separó del grupo. Lo seguí. –Oye Harry –hablé cuando estábamos a solas -, perdona por lo de hoy, he sido una idiota, estaba muy enfadada y tú no tenías la culpa, pero lo he pagado contigo. Me gusta que seas tan agradable conmigo, enserio, esta semana lo he pasado bien gracias a ti –por fin me miró. –Además, no quiero perder al mejor compañero de trabajo que tengo, y no quiero estar aquí si la persona más interesante de toda la fiesta está enfadada conmigo –conseguí que sonriera mostrando esos hoyuelos tan adorables.

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