Capítulo IX

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Dicho y hecho, las 00:00 de esa noche, con toda la casa llena de gente y la música a todo volumen, me pusieron ante la barra de la cocina, con ocho shots llenos de tequila. En un lado de la barra estaba yo y al otro lado estaba el resto del grupo riendo.

-¿Preparada? –habló Eleanor- te los tienes que tomar todos rápidamente, no vale pararse.

-Esto me va a matar…

-¡Adelante! –gritó Niall.

Me tomé los ocho shots rápidamente, cuando acabé con el último noté el familiar quemazón del líquido bajándome por la garganta. Sacudí la cabeza y fue una idea pésima ya que noté como me mareaba.

-Uff, esto no puede ser bueno… -arrastré las palabras y todos rieron.

-Muy bien Em, ahora ya eres oficialmente de verdad parte del grupo. Puedes sentirte en casa con nosotros –Harry me empujó suavemente a los sofás.

-En casa no me obligan a beber tequila –fruncí el ceño ante la ocurrencia.

-Estoy seguro que tus padres no te obligan a beber –dijo Louis y los demás rieron.

-Seguro que no, igualmente, no lo sé hace mil que no sé nada ellos –fue apenas un murmullo, que no me di cuenta que lo había dicho en voz alta hasta que vi a Harry mirándome con el ceño fruncido -. No me mires así ojos bonitos –volví a sonreír y le tapé la cara a Harry para que dejara de mirarme. Me apartó la mano y negó con la cabeza.

-Necesitas un baño para despejarte –ahora sonreía maliciosamente y el resto también rió.

-¿Qué? –abrí mucho los ojos comprendiendo –Nononono –repetí varias veces.

Pero Harry ya estaba parado frente a mí. Me puso en pie y me agarró de las piernas quedando yo con los brazos colgando en su espalda. Me llevó como si fuera un saco hasta el borde de la piscina y entonces me dejó caer al agua. Por suerte iba descalza y solo se me mojó la ropa. Volví a salir a la superficie y llegué a ver como Harry también había saltado, solo que él sí que se había quitado la ropa y vestía su traje de baño. Me deshice de mi ropa rápidamente y la dejé en una pila junto a la ropa de Harry, cuando este salió a la superficie a mi lado me lancé, tratando de ahogarlo en broma.

-No lo vas a conseguir –dijo riendo-, no soy tan pequeño como tú, yo sí que hago pie.

Y era verdad, yo era muy pequeña para que los pies me llegaran al suelo sin hundirme, pero a Harry el agua apenas le llegaba al cuello. Arrugué la nariz y él no hizo más que reírse de mí.

El habernos tirado Harry y yo, hizo que más gente se metiera en el agua, llenando la piscina de cuerpos semidesnudos.

Me senté en el bordillo, con los pies en el agua y Harry se paró frente mío, con sus manos en mis piernas.

-Tendrías que agradecerme –levanté una ceja cuestionando-. Gracias a mí ya no estás tan borracha –solté una carcajada.

-Gracias a ti –hinqué mi dedo índice en su pecho desde arriba-, he tenido que tomar ocho vasitos de tequila y además has mojado toda mi ropa.

-Era la única forma de que te la quitaras –sacó a relucir su sonrisa torcida y yo me mordí el labio.

Nunca me había sentido intimidada por un hombre, ni siquiera Ian, nunca me había acobardado, mucho menos me habían puesto nerviosa palabras bonitas o halagos, ni tampoco me importaba que fueran al grano con lo que querían, pero con Harry era distinto.

Me sorprendía a mí misma sonrojándome cuando Harry me llamaba preciosa o cosas por estilo y notaba una sacudida en el estómago cada vez que decía algo como lo que acaba de decir. Incluso un simple beso en la mejilla era diferente si se trataba de él.

Save your heartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora