Capítulo 23

1.2K 122 158
                                        

Cerré de golpe el periódico y suspiré sabiendo que había estado leyendo un buen rato y no me había enterado de nada porque mi cabeza estaba a kilómetros de aquí junto a esa persona que acababa de dejarme por teléfono como si no le importara lo más mínimo.

Terminé de beber mi café y subí de nuevo a la habitación para hacer la cama y tratar de evadirme un poco. Estar concentrada en algo me vendría de lujo o eso quería hacerme creer.

Por eso, me distraje un poco escuchando, mientras estiraba las sábanas, como los pájaros cantaban alegres por la mañana.

Hasta los pájaros tienen más alegría que yo.

El sonido de mi móvil vibrando en la mesilla me hizo caminar sin ganas hacia el. Por si era Michael y quería llamarme para mandarme de una vez a tomar viento.

Como si no me hubiera quedado claro ya.

Pero mis ojos se abrieron un poco más cuando vi que en la pantalla de mi móvil aparecía el número de Neverland.

Sin ganas, descolgué y acerqué el teléfono a mi oreja antes de respirar hondo preparándome para lo peor.

- ¿Si?

- ¿Evelyn?

Era Liz.

- Sí, soy yo. - Respondí sorprendida al escuchar su voz.

- Gracias a Dios. - Sonó tan desesperada que me asusté.

- ¿Pasa algo?

- ¿Está Michael contigo?

Dios.

- No, Elizabeth. No está conmigo.

Ojalá lo estuviera.

- Oh, por favor... - Susurró emocionada. - No está en Neverland, Evelyn. Le estamos buscando por todas partes pero... - La corté de inmediato.

- ¿Cómo que no está en Neverland? ¿Acaso no hay guardaespaldas por todas partes y guardias de seguridad por todo el rancho?

- Evelyn, siendo el que les paga puede hacer lo que le de la gana. Puede salir y entrar a su antojo.

Negué con la cabeza enfadada y muerta de miedo por no saber dónde podía estar.

- ¿Tienes idea de dónde podría estar? - Preguntó nerviosa.

- No - pasé una mano por mi pelo y suspiré. - Pero... Puedo ir a Neverland y no sé...

- Estaba deseando que me dijeras que estabas dispuesta a venir para ayudar, cariño.

-------

Neverland estaba patas arriba, todos los trabajadores de la casa estaban dispersos por todos los perímetros del rancho y fuera de Neverland para dar con Michael. Pero hasta ahora, sin éxito.

Liz andaba de un lado a otro con una taza de tila entre sus manos adornadas con dos anillos de plata preciosos. Los hacía chocar rítmicamente contra el material de la taza mientras desviaba la mirada hacia el ventanal esperando a que Michael apareciera por ahí.

En realidad yo deseaba lo mismo.

Cerré los ojos unos segundos y llevé mis manos entrelazadas a mi nuca respirando costosamente pensando si alguna vez Michael me había hablado de algún lugar en el que le gustara estar a parte de Neverland. Obviando su lugar preferido... Nunca me habló de algún escondite ni nada parecido. Y eso dejaba en un simple cero mis posibilidades de salir a buscarle por mi misma.

" Más allá de Charter... " [#MoonwalKingAwards2017]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora