- Evelyn...
Susurró mi nombre de una forma exquisita mientras sus dedos no dejaban de peinar mi cabello una y otra vez. Mientras tanto, yo mantenía mis ojos cerrados y mi mejilla apoyada en su hombro.
- Adoro tu nombre. - Susurró consiguiendo que esbozara una sonrisa por solo escucharle decir aquello.
Aún nos encontrábamos en la cama de su habitación de hotel, no nos habíamos movido de allí desde que empezamos aquella rara conversación en la que estuve a punto de marcharme, quizás para siempre pero, siempre caía. Y ya iban dos veces las que volvía a caer en la que para mi se había convertido en una maravillosa forma de autodestruirme.
Era así porque tenía mas opciones para que mi vida fuera sencilla pero sin embargo, me limité a escoger la opción que peligraba por completo todos los ámbitos de mi vida, mi carrera, mi día a día, mis pensamientos... Mis sentimientos. Y los suyos.
- No dices nada - musitó contra mi frente de forma tierna.
¿Y qué decir? Si ese momento ya era maravilloso de esa forma. No era necesario añadir nada más.
- ¿Sigues enfadada conmigo? - Preguntó esbozando una lenta sonrisa.
Solo negué con la cabeza un par de veces sin intención alguna de separarme de él.
- No crees que... ¿Esto ya es algo más serio que antes, Evelyn?
Por supuesto.
- Es la segunda vez que te tengo en mi cama y... - detuvo un momento sus palabras para volver a sonreír contra mi frente - te aseguro que me siento mejor.
Dios mio.
Inconscientemente, mi mano se ciñó un poco más a su masculina cintura por debajo de las sábanas que nos cubrían como si intentara contestarle mediante actos y no con palabras. Él, percibió el mensaje y no tuvo mejor forma de contestarme que enredando de lleno su mano en mi cabello para, acceder de nuevo a mis labios y regalarme un beso más que en silencio ya le estaba rogando.
- Dijiste que tu teoría de " ese lugar perfecto " se basaba en que no tenía porqué tener un techo ni suelo, ¿verdad? - Me preguntó sin alejar su boca de la mía. Yo volví a asentir sin poder dejar de mirar sus maravillosos ojos oscuros. - Estabas en lo cierto.
Sonreí consiguiendo que me imitara.
- Tiene corazón. - Acarició mi mejilla antes de dejar un casto beso en mis labios. - Eres tú. Mi lugar preferido, eres tú.
- Y tú eres el mio. - Me atreví a susurrar.
Michael me miró curioso, fijándose en mi rostro como si estuviera tratando entender porqué dije aquello. ¡Debía entenderlo! Lo que aún no entendía era porqué Michael seguía sin pareja, si era como cualquier mujer querría que fuera el hombre de sus sueños.
La ventaja, era que le tenía para mi... En parte. Porque Lisa seguía en mi mente aunque no lo pareciera.
Ella merecía estar bien pero yo también merecía lo mismo. Y mi propósito era hacer a Michael cada día más y más feliz.- ¿Yo? Creía que no era mutuo. Aún. - Añadió frunciendo el ceño.
- ¿Aún?
- Sigo pensando que quizás en unos meses termines enamorándote de mi pero - sonrió - necesito tiempo.
- Michael... - Me interrumpió.
- Quiero empezar algo contigo. Algo oficial.
¿Cómo?
Parpadeé un par de veces apartando mi cara de su hombro para poder verle mejor, con más claridad.
- ¿Y Lisa?
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" Más allá de Charter... " [#MoonwalKingAwards2017]
FanficEvelyn Parker es transladada a Nueva York, a un viejo pero experimentado centro de desintoxicación llamado "Charter" en el que tendrá que ejercer de psicóloga para ayudar a muchos pacientes con problemas de adicción. Allí, sin pensarlo ni siquiera i...