"I oh, I oh, I...
Got me feeling drunk and high
So high so high
Oh I oh, I oh, I...
I'm feeling drunk and high
so high so high..."¿Has sentido cuando los buenos momentos llegan junto a un splash de sensaciones fuera de órbita en tu vida? ¿O el boom clap del martilleo que emite el corazón al sentir un alto grado de ansiedad? Pues justo ahora soy presa de un bendito ataque de ansiedad con ambigüedad en la catarsis de un mal rato. Jesús, esto en verdad sucede y soy feliz...
Me levanté temprano de la cama, paso mis dedos por las sábanas quitando las pocas e inexistentes arrugas, y con mi sonrisa irradia felicidad, tomo una ducha larga y completa.—Es que eso hace el vértigo, lo juro.—Hace días era como la chica arraigada y aburrida, con un contrato en reglas para encontrar la tranquilidad y armonía de una vida pasable. Y hoy estoy siendo un verdadero ser humano con defectos y virtudes, pero sobre todo con toda la actitud de ver que sucede en mí relación con Derek.
Busco en mi closet y saco algo lindo, no mis botas, no mallas, no medias. Nada que opaque mi buen humor, quiero sentirme diferente, verme como él me hace sentir. Saco el vestido que jamás quise usar por miedo a sentirme ridícula y es mi momento de oro púlido. Al fin de cuentas los cambios siempre llegan para bien, ¿qué no? Sophia Loss ha vuelto al juego, pero no sólo para satisfacer el deseo primario de ser sexy y sensual para un par de ojos. Es la satisfacción propia de crear el impulso para retoñar de las cenizas que alguna vez envolvieron sus brasas sobre mi vida, ahora será diferente, me siento diferente. Porque para poder amar a Derek como él se merece, necesito volver a amarme a mí primero. Levantó las zapatillas de plataforma que hacen juego con todo mi estilo, aplico un poco de maquillaje y con mis dedos intento darle la forma más natural a mi cabello. Bonita. Sonrió al recordar esa simple palabra que hace estruendos en mi interior. Oh por Dios, y ahora sonrío sin razón. —Mentirosa, si tengo una hermosa y ardiente razón.
Corro por el pasillo de mi piso, y al abrir las puertas es como si todo cobrará sentido, no haré referencia a que hoy el sol brilla, los pájaros cantan y cada persona con la que me topo me sonríen como si hubieran encontrado la mejor oferta en la faena de las compras obsoletas, porque sería exagerar, pero hoy es un buen día para mí. Recurro mi ciudad que apogeò mis dudas y tristezas a lo largo de dos años, paso a paso caigo en cuentas de que jamás me tomé el tiempo necesario para mirar y apreciar lo que tengo. ¿Todos somos así? Jamás valoramos lo poco o mucho que tenemos, incluso en cada cosa que hay buscamos un defecto, un error para despreciar en vez de estar agradecidos por estar vivos. Miro el estante de móviles y sin pensarlo saco el pequeño móvil de prepago sin funciones que elegí hace un año. ¿Cómo me permití apartarme tanto de la civilización? Venga, exagero. Pero es que decir adiós a las redes sociales, incluso al whatsapp es mucho ya en estos tiempos. Cierto, era mucho más doloroso saber que mi ex novio y mi ex mejor amiga, subían fotografías de lo bien que lo pasaban, mientras yo me hundía en la miseria del rincón de mi piso. Suspiro cansada, ¡que diablos Sophy!, ¿acaso siempre vas a huir?—¡A mierda!— Así que entre y compre el móvil más guapo que vi, con redes sociales y el bendito whatsapp.
Entre al departamento de administración, con el trozo de papel en mis manos hecho rollito y aunque me duela y quiera ser fuerte es decepcionante no haber visto a Derek temprano, como lo veníamos haciendo estos días.
"Bonita tengo un contra tiempo en la oficina, te veré a la salida.
D."
Paso con mis zapatos altos y mi frente en alto, las cosas mejoraron ¿recuerdas? Becka esta sobre mi escritorio frunciendo sus cejas y mordiendo su labio, pasa las hojas una y otra vez sin perderse nada.
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Hymn For The Weekend #Hottie'sAwards2017
Short Story"Himno para el fin de semana" El otro lado del amor que nunca nadie se ha animado a contar... Una historia llena de todos los sentimientos que puedes saborear cuando encuentras a esa persona especial, pero... a veces las cosas no son como quieres, p...