"Life is a drink and love's a drug
Oh, now I think I must be miles up
When I was a river dried up
You came to rain a flood..."Me tomo cerca de 60 segundos entender que tal vez esto no estaba del todo bien.
Me llevo 35 segundos querer más, mucho más...
Y ahora me esta tomando tan solo 3 segundos quitar todo lo que se interpone en mi camino. Empujo la puerta de mi piso o quizá fue Derek, no estoy del todo segura. Pero desde que su boca invadió la mía no he tenido mucho tiempo para procesar el suceso con mas determinacion.
—Levanta.—Dice cuando separa sus labios de mi boca, el frio golpea con dureza y anhelo tanto que vuelva a estar donde estaba que sin pensarlo, levanto mis brazos para que pueda sacar la blusa, ya que mi abrigo se quedo muy atras en la sala. Con dedos ansiosos intenta sacar botón por botón. Lo siento demasiado tiempo para mí, Derek me mira —Te compraré otra.— El sonido de los botones callendo al piso más mi respiración agitada es lo único que hay en nuestro espacio. Gruñe palabras que no logro entender y antes que nada pueda pasar, su boca yace sobre la mia, cabando y explorando tan profundo que no puedo evitar gemir. Con mis manos exploro cada parte de su cuerpo, por debajo de la camisa y sin previo aviso me levanta del piso. —Coloca tus piernas alrededor mio Sophy.—Lo hago, no me detengo, por primera vez deseo que nada de esto sea un muy fascinante sueño húmedo, o alguna alucinación, porque Dios eso me mataría por completo. Derek me lleva por todo el pasillo, yo con mis piernas enredadas en su cintura. Abre puerta por puerta y no es que halla mucho de donde buscar, pero jamás se me habia hecho tan largo el trayecto a mi habitación. Cuando entramos, olvido el desastre que hay, la limpieza no es mi fuerte, pero al demonio, necesito la cama junto a Dererk y quizá junto a muchas sensaciones hermosas que deseo vivir ahora, sin tiempo, sin razonamiento, solo nosotros.
Me deja sobre la cama, esperando. Cierra los ojos con fuerza y tensa su mandibula. —Pídeme que me detenga Sophy. —murmura sin abrir los ojos. Al principio creo que es una muy mala broma pesada, dejándome asi.—Esto no esta bien...Lo siento tanto.— Suelta al final, levantándose y caminando hacia la puerta. Se detiene sin voltear.—Lo siento.
Mi cuerpo sufre, no, es mas bien mi corazón que de cierta manera se siente herido, y es ridiculo, no por el yéndose y dejándome excitada y dispuesta a tener la noche mas extraña y hermosa de mi vida. Si no porque en un momento accede a hacerme la mujer desconocida más feliz del mundo y al otro es un hombre frio y desorientado con problemas para decidir tanto como yo. Podría fingir y guardar mis tormentos para una noche sin Derek, sin el hombre extraño de las escaleras de mi pasantía, podría olvidarlo y hacer como que nada de esto paso, que no fuí débil y baje la guardia para permitirme sentir, pero... todo esto me volvería a lo que mi pasado era, a todas las malditas lágrimas y mentiras que llenaron mi cuento de fantasía por una relación donde solo yo ponía todo de mí sin recibir nada a cambio. Mierda, esto es solo mierda.
—Estúpida. ¿Qué diablos esperás?— Me levanto a tropezones, me pongo lo primero que encuentro en el lio de ropa tirada en la habitación y sin ningun realismo, corro buscando a mi muy escalofriante y ausente Derek. Bajo por las escaleras y ahi esta mi chico frio y roto como yo, golpeando con su puño la pared de la salida.—¡DEREK!.—Grito con lo ultimo que mis pulmones tienen para dar. Él me mira y aunque sabe que sigo aqui de pie al principio del segundo piso, sale por la puerta, bajo aún más rápido, intentando que pare. —Basta... solo para, por favor.—Digo con el corazón en la garganta, de un momento a otro, lo que creí un buen sueño con final feliz, se convirtió en una pesadilla donde la única persona que por un breve instante rompería el caparazón, hay un hombre que me esta lastimando aún sin darle una oportunidad a esto. Y me asusta como el infierno, porque si esto puede hacer en unos minutos, no quiero ni pensar en lo que me haría con toda una vida. Tal vez deberia dar marcha atrás y olvidarme de todo esto, pero algo que esta clavado en mi corazon me dice que quizá puedo intentarlo. Por lo menos la última vez.
—No hagas esto Sophia. —Dice negando con la cabeza baja, continúa ahí esperando, y por alguna razón deseo que sea por mí. —Fue un error venir, conocerte y sobre todo besarte.
—Detente. —Camino tocando se hombro, paso mis dedos con calma, decidida a que sienta todo el remolino de vértigo que existe dentro de mí, pero no para atormentarlo, más bien para detener lo que sea que a él le causa dolor o angustia. —No decidas por mí Derek, yo quiero esto tanto como tú, a lo mejor no fue lo que siempre sé espera cuando conoces a alguien que te mueve el piso, pero estoy tan cansada de huir y dejar pasar cada buen momento y por extraño que parezca, esto es todo lo que mi alma pide con gritos desesperados. Mirame Derek y dime sí no anhelas y deseas esto. Aunque no sea como debería, aunque... —No me deja terminar, posa ambas manos sobre mi rostro y su respiración se funde con la mía. Nuestro beso es diferente, tranquilo y sediento de pasión, con su lengua indaga con serenidad, saboreando cada parte de mí y sin nada más por esperar susurra.
—Te quiero a ti junto a mí, bonita.
Llegamos a mi habitación, sus besos son cálidos y húmedos. Sujeta mi mano y por primera vez (de muchas primeras veces del día de hoy) dejo que me guíe. Nos miramos sin decir palabras hermosas o retorcidas que nos hagan perder la locura, me quita la blusa y dejó que tire del broche de mi sujetador. Suspira contra mi cuello y con pequeños toques marca su camino sobre mi piel. Gimo en cada caricia y espero llena de codicia por más de él. Tiró de su camisa y con ambas manos desabrocho sus vaqueros. Bajo despacio y ahora es tan palpable lo ansioso que él esta por mí, debajo de sus boxérs el bulto esta esperando. Me deja sobre la cama, quita mi pantalón junto con mis bragas. —Hermosa... —Susurra antes de besarme. Me pierdo en toques y besos, y sobre todo, cuando con cada uno de sus dedos busca descubrir más de mi alma y cuerpo. Tocando cada lugar correcto, con su lengua recorre mí cuello hasta llegar a mis pechos, chupa y besa cada uno enviándome aún más alto de lo que ya me encuentro. Muerde uno de mis pezones con dureza, y Jesús, fue aún mejor cuando su dedo froto con suavidad mi clítoris. Con pequeños círculos, los calambres no tardaron en llegar. Beso mis labios ahogando mis gemidos y con toda la excitación que mi cuerpo sentía, toque su duro miembro con mis manos. Gruño tras su garganta, simulando los mismos movimientos con sus caderas entre mi mano. Sabía que Derek también estaba al límite. Colocándose entre mis piernas, junto a mi entrada, nos miramos por última vez. Entró con dureza tantas veces que me perdí, mi cuerpo sucumbió a su encanto, me corrí como una loca desquiciada y satisfecha. Derek término después. Y con besos y murmullos, continuamos con nuestra aventura. Entendí que esto era como una droga para mí corazón, que era frágil y en cualquier instante todo sé rompería. Porque aunque me cueste admitirlo, me estoy enamorando de una persona que no conozco, que jamás pensé que llegaría a mi vida, pero sobre todo, que ya tiene mi corazón colgando en sus manos.
Derek me hizo el amor tantas veces que al final olvidamos que el mundo existía detrás de esa puerta, que la realidad llegaría de golpe, pero justo ahora nos permitimos este pequeño placer, el de sentirnos conectados mientras nuestros cuerpos se unían en cada embestida.
—No me dejes nunca. —Murmuró contra mi pecho desnudo. Y aunque el sueño término venciéndolo, prometí no hacerlo.
—Jamás... —Entrelazo nuestras manos, unidas hasta el final, pensé.
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Hymn For The Weekend #Hottie'sAwards2017
Historia Corta"Himno para el fin de semana" El otro lado del amor que nunca nadie se ha animado a contar... Una historia llena de todos los sentimientos que puedes saborear cuando encuentras a esa persona especial, pero... a veces las cosas no son como quieres, p...