Capítulo 1: La primera vez que te vi.

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El constante golpeteo de mi corazón desborda mi ser, podría estar soñando, podría fingir y continuar mi camino, podría... Pero no lo hice, soy una chica común y corriente, ¿qué podrías ver tú en mí?

Esa fue la pregunta que me persiguió por demasiado tiempo, seré sincera, he leído bastantes historias de hombres como tú, de chicos que buscas ratos agradables, quizá con chicas diferentes, pero al final buscas el clímax de toda buena historia.

Cuando toque tu mano, no sentí la electricidad que describen todos, tampoco mi corazón dejó de latir, quiso desbordarse, por tal impresión. No eres mi tipo, me dije.

Hombres como tú, hombres como tú...no quieren a mujeres como yo.

¿Y sabes por qué?

Porque las historias de amor, que siempre he visto, son hermosas, tienen flores y corazones, la gente se enamora, pero tú no eres libre para poder amarme...

Camine decida por la calle norte de mi edificio, estaba en donde quería, podía hacer esto. Fácil, sólo tengo que llegar, hacer el estúpido trabajo y puedo volver a casa, sana y salva. Lejos de todo lo que me pueda dañar, de las mentiras, de todo.

Cerca de la puerta, vi salir a Luce, la chica de medio turno que normalmente me saluda con chispas y corazones a su alrededor, levanta su mano para decir adiós, yo sólo como todos las veces me limito a asentir con la cabeza ya sea para decir "Hola" o "Adiós" que para estas alturas da igual.

Empujo la puerta de emergencia y subí los escalones de dos en dos, esta era mi rutina habitual en Inter Solutions, hasta que mi camino se vio en apuros, la fuerza de mis brincoteos nunca la hubiera cuestionado y menos de saber que pude haber rodado y valla que debió ser una caída fea. Levantó la vista y el mundo hace click, las alertas de pánico sugestionan mi cuerpo.

-Lo siento. - Balbuseo aturdida por el golpe y por supuesto mi no caída hacia las leyes de la gravedad. Intentó soltarme de sus brazos pero es como si él no entendiera que hora de soltarme.

-Esta bien. ¿Puedes...?

Él chico de enfrente de mí, sé queda pensando por un tiempo, hasta que por fin poco a poco me suelta. -Lo lamento... -Sonríe. -Pero esa debió ser una caída bastante fea si me lo preguntas. -Duh. No me digas. Sé separa de mí subiendo un escalón. -No deberías subir así las escaleras, podría haber resultado peor si yo no hubiera estado aquí para sostenerte y salvarte

-En teoría por ti estuve a punto de caer. Y normalmente subo así estas escaleras, así que estoy segura que no necesitaba de un caballero en armadura para salvarme. -Continuo subiendo, y aunque me pese admitirlo, esta vez de uno en uno y despacio

-Jamás me llame caballero en armadura. -Miro sobre mi hombro, está sonriendo, jodidamente sonriendo.

-Pero por ti podría serlo.

-No gracias. -Me apresuró a decir, y antes de entrar a mi piso de trabajo, digo sin pensar. -Los caballeros de armadura no me van, hace mucho dejaron de interesarme.

-Una lástima... -Me detengo. -Yo no lo soy.-Empujó la puerta y entró, olvidando al chico que salvo mi terco trasero, y podría jurar que escuche que dijo: Soy Derek. Sonrió para mí porque desde hace mucho tiempo mi corazón no emitía ninguna señal de vida...

Hymn For The Weekend #Hottie'sAwards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora