Capítulo 29:
Mi dedo índice hacia figuras en la ventana de la habitación que estaba empañada gracias a la lluvia. Ese día no había salido el sol y se mantenía gris y con una lluvia fuerte y constante pero era un clima perfecto, no hacia ni mucho frio ni mucho calor. Mi dedo trazaba la última línea para dar por terminada una mariposa que poco a poco iba empañándose de nuevo.
Sebastian entro al cuarto con una sonrisa y una toalla que arrojó en mi cara.
—Valentine vamos a ir a la playa. ¿Quieres venir?
Fruncí el ceño
—pero está lloviendo
— ¿y eso que? Vamos no seas aburrida.
Lo mire pensativa, no tenía muchas ganas. El bufó adivinando mis pensamientos
—iras, quieras o no
—Sebastian no estoy de humor para esto—hablé mientras él se acercaba peligrosamente a mí.
—díselo a alguien que le interese, en este momento mi deber es no dejar que te mates de depresión.
— ¡no seas ridículo! —pegue un grito en cuanto el me tomo en sus brazos y luego me coloco cabeza abajo en su espalda mientras me agarraba por las pierna. — ¡bájame idiota!
El no respondió y continuó caminando hasta que llegamos a la salida del hotel. Me puso en el suelo y pude ver que todos nuestros amigos estaban allí.
Suspiré
—ustedes ganan... vamos...—empecé a caminar hacia la playa que no quedaba tan lejos del hotel, mis sandalias se inundaban al igual que mis pies y mi cabello escurría agua por montones.
— ¡esto es un diluvio! —dije a Elliot que se encontraba a mi lado.
—pues si esto se vuelve un río podremos llegar a la playa en esto—mencionó señalando el gran flotador que traía en sus hombros en forma de unicornio, este era azul con una cola de colores y un cuerno gris, era muy lindo pero demasiado afeminado para un hombre, en todo caso era Elliot así que no había mucho que discutir. A nuestro alrededor todo el mundo corría para resguardarse de la lluvia y otros se encontraban dentro de almacenes y restaurantes esperando a que escampara mientras nosotros caminábamos por los andenes muy campantes, totalmente empapados como si nada.
Llegamos a la playa y la sensación de la arena mojada en contacto con mis pies me dio un escalofrió, las olas del mar estaban furiosas más allá de la orilla.
Me senté en la arena mientras todos se metían al mar corriendo como niños pequeños. Elliot con su flotador gigante se adentró de primero y se subió en su gran unicornio azul, todos reímos cuando una ola lo lanzo lejos. Grace se acercó a él y le dio un beso en los labios mientras un suspiro se escapaba de los míos.
La lluvia empezaba a disiparse y el sol se abrió paso entre las nubes con una intensa luz, el calor empezaba a hacerse notar de nuevo y toda mi ropa mojada se secaba de inmediato. Yo permanecía aun sentada en la arena con mi cara apoyada en una mano viendo como mis amigos se divertían, no tenía ánimos de saltar al agua, soy una tonta por dejar que las emociones tristes reinen en mi vida cuando se les da la gana.
Sebastian llego a mi lado chorreando agua y me sonrió antes de tomarme en sus brazos al igual que en la habitación, yo suplique porque me soltara pero fue inútil así que junte todas mis fuerzas y logre bajarme e intentar correr en vano, el me empujo por la cintura desde atrás tratando de meterme al agua mientras yo me resistía. Una risa se escapó de mis labios cuando supe que ya no tendría fuerzas para seguir poniendo resistencia e inevitablemente caí al agua.
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puntos suspensivos #Wattys2016
Teen Fiction#Wattys2016 "Emilia nunca podrá poner punto final a su historia. esta siempre se vera marcada por unos puntos suspensivos." Emilia tiene 16 años y acaba de mudarse a parís con su familia. luego de una decepción amorosa, ella decide empezar una n...