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NARRA JUNGKOOK

Me habían mandado a la disquera por Jin, ya se había tardado mucho y no podíamos comenzar los ensayos, di un suspiro pesado mientras me colocaba mis audífonos, mire el cielo por un momento me detuve asombrado por el hermoso clima que hacia hoy, bueno en realidad a mí me gustan los días nublados, de la nada empezó a llover así que me dirigí hacia mi destino nuevamente pero a paso rápido.

No quería mojarme, la gente solo me veía mientras daban paso a alguien, ignore todo aquel ruido de la gente hasta que sentí un fuerte golpe en mi hombro que casi me hace caer de bruces al suelo, mire de forma amenazante al culpable pero este solo me paso de largo, me había cabreado.

Me golpeo y no fue para disculparse, no me di cuenta de cuanto había caminado ya no me encontraba cerca del lugar al que debía ir, no le di mucha importancia y seguí con el trayecto, parecía un acosador siguiendo aquel chico sin ni siquiera disimularlo.

Se había adentrado a una casa, me acerque un poco más, entre en ella lentamente, la lluvia no había parado y no pensaba irme sin una disculpa de su parte, entre con un poco de miedo ya que momentos antes se había escuchado como si varias cosas hubieran sido "movidas".

Bueno tampoco es como si se me hubiera dificultado la entrada, en mi defensa la puerta estaba abierta, la cerré detrás de mí, seguí el camino, hasta que me encontré con una sala totalmente destruida, salte en mi lugar al escuchar como un vidrio romperse fui al origen del sonido, vi al mismo chico con la ropa un poco ensangrentada y su mano con varios rasguños impregnados en ella.

Estaba gritando varias cosas que no entendía, medí media vuelta para irme cuando escuche como si alguien se hubiera caído, me gire lentamente y lo vi tirado en el piso, trate de ignorar eso e irme, pero en cuestión de segundos ya me encontraba llevándolo en brazos al sofá de la sala por la que había pasado antes.

-Ah~- Todo era un desastre, empecé a acomodar las cosas conforme mi imaginación me daba la idea de cómo debió estar antes.

-¡Auch!- me había cortado con un pedazo de vidrio, este día no pudo estar peor, o eso creí.

Me gire para ver si ya se había despertado y vaya sorpresa que me encontré, estaba bañado en sudor, al parecer tenía fiebre, y la lluvia no paraba, ¿Qué se hacía en casos como estos?

Busque cobijas, pero no encontraba, así que empecé a indagar un poco más en la vivienda, entre en la primera puerta que vi, empecé a indagar en aquella habitación estaba cómoda, al parecer no vivía solo, vi varias cosas pero una llamo mi atención, era un gigantesco oso de peluche color blanco.

Era como si mi infancia hubiera vuelto a mí, me acerque con cuidado y lo tome entre mis brazos, y lo abrace como si mi vida dependiera de ello, empecé a jugar con el osito hasta que termine recostado en la cama levantando el osito con ambo brazos.

Ni siquiera sentí cuando él ya se encontraba adentro de la habitación, me quede paralizado cuando lo vi atrás de mí, al parecer estaba alucinando debido a la calentura.

Me vio y sonrió mientras se situaba a mi lado y me abrazaba como si fueran un oso de peluche, empezó a acariciar mi cabello, hasta que se durmió, pero no me soltó.

-¿Por qué?-dijo de repente haciéndome brincar pero no lo suficiente para librarme de su agarre.

-Me puedes decir ¿Por qué?- dijo mientras me veía con los ojos llorosos.

-¿De qué hablas?- pregunte mientras aun me veía.

-¿Por qué lo eligió a él y no a mí?- dijo mientras se acostaba sobre mi pecho y empezaba a llorar.

No sabía que decir, así que solo me dedique a acariciar su cabello, era muy sedoso, su piel era un poco más blanca que la mía, era perfecto.

-No sé-dije después de mucho tiempo.

-¿Eh?-dijo levantando la vista, sus ojos tenían un leve tono rojizo, algo dentro de mi empezó a palpitar, su tibio contacto hacia que perdiera el frió.

-No sé por qué no te eligió a ti- dije mientras acariciaba su cabeza.- si hubiera sido yo jamás te habría dejado ir- dije sin pensar.

¿Pero qué demonios acababa de decir? Dios mío esto no puede estar pasando.

-Entonces no te dejare ir yo tampoco- dicho esto me abrazo más fuerte, había sonreído.

Sentí como el calor subió a mis mejillas, apuesto que un tomate quedaría opaco a mi lado en estos instantes.

-Eres mío, eres mi osito, solo mío- dijo mientras apoyaba su cabeza en mi pecho y comenzaba a dormir.

Mi corazón dio un vuelco de trecientos sesenta grados al oír esas palabras, ahora su sueño ya no solo era de él, yo también me dormí mientras lo abrazaba, no quería que esto fuera un sueño, no quería despertar y que él no estuviera, pero eso lo sabría al despertar.

-Soy solo tuyo.-dije antes de caer dormido, en un sueño del que no quería despertar si él no se encontraba ahí.

NOTA:

Hola ^^/

Tiempo sin leernos, volveré mas seguido,  y las personas que lo leen por INFINITE les tengo una sorpresa he publicado un One-Shot Woogyu, lo encontraran en mi biografía y para los que lo leen por BTS también se aproxima una sorpresa.

Gracias por leer. 

Se repite la historia [INFINITE X BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora