"¡Eh!", exclamé al verlo pasar a lo lejos, como si de una ligera brisa se tratase. "¡Eh, no me ignores!".
Y sí, me ignoró por completo. Siguió sentado en el banco con su acostumbrada tranquilidad; mientras la brisa mecía de forma monótona su arenoso cabello. Sus oscuros ojos estaban fijos en un punto indefinido, perdidos en el horizonte; por lo que no me fue sencillo -por no decir imposible- entablar cualquier tipo de conexión con ellos.
Observaba con lentitud como las personas pasaban y pasaban, y yo me sentía cada vez más impotente por estar siendo tan vilmente ignorada.
Quizá simplemente era un maquiavélico niño al que le gustaba jugar con los sentimientos de las niñas buenas, o puede ser un chico mudo que lo tiene que escribir por narices todo en papelitos, sin utilizar la lengua de señas.
Pero todo esto es demasiado embrollo, y no creo que el asunto sea tan tremendamente enrevesado como para no llegar a comprenderlo. Lo más probable sea que la respuesta esté delante de mis propias narices y, o nunca me di cuenta, o nunca quise dármela.
Igualmente no solo sentía lástima por mí al ser rechazada, sino por el niño al no conseguir ser sociable con absolutamente nadie. Supongo que debe de sentirse solo, pero no lo justifico. Es completa e irrevocablemente culpa suya el haber alejado todo ser humano de su lado a causa de su insólito y repelente comportamiento.
"Oye, no me ignores", le susurré cuando estuve enfrente suyo, pero él no se dignó siquiera a mirarme.
Simplemente se levantó y se fue.
ESTÁS LEYENDO
Hard #1
ChickLitImagina por un momento que todo lo que tenías planeado en tu vida, todo lo que tenías previsto y construido; se derrumba. Que todo se derruye pedazo a pedazo y parece no haber más metas por cumplir. Que ves ante tus propios ojos como tu propio mundo...