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No podría ser más feliz, no. Creo que mi felicidad ha dejado de tener un límite hoy. Creo que incluso sería capaz de dar la vuelta al mundo en dos segundos propulsándome con el poder de mi bienestar.

El primer punto para llevar mi dicha a niveles infinitos es el de la finalización de las condenadas notas, porque al parecer hace al menos una semana que nadie me hace llegar ningún dichoso mensaje. Y sí, estoy en el séptimo cielo.

El segundo punto es el simple hecho de que Sam ha comenzado a sonreírme sin preocuparse si le estoy viendo o no. Y es extraño, porque cuando se ríe sí que surge sonido de sus cuerdas vocales. Y claro, eso refuta mi teoría de que el chico es mudo. Mucho menos sordomudo, porque aunque le hablo en papelitos él me ha escuchado hablar y lo ha comprendido todo, como la primera vez que nos encontramos.

Entonces y aunque sigo estando malditamente feliz y dichosa; sigo teniendo el presentimiento de que tengo que descubrir varias cosas. Tengo que descubrir qué oculta Sam -que, digo yo, no serán pocas cosas-, también sin faltar quién es el responsable de las groseras notas y por último pero no menos importante, ni mucho menos...


...qué es el amor.


N/A: ¿No es Sue adorableeeee? Me la como yo, a besos me la como.

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⏰ Última actualización: Jun 06, 2016 ⏰

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