MARVEL Avengers Academy

Capitulo 6: Intenciones Siniestras

Eran ya las 12:00 am, todos estaban dormidos en sus respectivos dormitorios y residencias, todos menos el Profesor Otto Octavius quien tenía unos trabajos pendientes en los laboratorios de la academia, era en esos momentos de soledad en los que él podía probar su último invento, cuatro tentáculos biónicos los cuales el podía controlar con su mente, estos le servían para mejorar su rendimiento en su área de trabajo, Otto no era alguien muy agradable, era un maestro cuyo temperamento era poco y para ser alguien muy reservado siempre se le podía oír sobre cómo alardeaba cierta "superioridad" ante todos sus demás colegas. Una pantalla se había encendido en el laboratorio, de ella se podía era la silueta de un hombre de negocios, era uno de los benefactores de la academia: Norman Osborn.
Norman.– Octavius
Profesor Octavius.– ¡Señor Osborn!
Norman.– Me alegra que pudieras responder, veras necesito tu ayuda para poder conseguir cierto artefacto que está resguardado en una bóveda en la ciudad.
Profesor Octavius.– ¿Disculpe?
Norman.– Necesito que me entregues el dichoso artefacto para así poder cumplir con nuestras más grandes ambiciones Otto.
Profesor Octavius.– Pero señor, usted dijo que estaba resguardada, ¿A caso me pide que me vuelva un ladrón?
Norman.– Para ser alguien que presume ser listo eres algo lento Otto, pero así está la cosa: O me consigues lo que quiero....o te despides de nuestro pequeño amigo enfrascado.
Profesor Octavius.– ¿P-pero como sugiere que lo haga?
Norman.– Eso no me incumbe, arréglatelas tú solo, tienes alrededor de 48 horas para entregármelo, Adiós Otto.

Cambiamos de escena a la sala y comedor de la casa A, con media hora antes de que comiencen las clases, había quien se preparaba, otros como Janet y Kamala solo se sentaban a ver la tele, y Tony seguía contemplando el casco, Steve baja por las escaleras a desayunar.
Steve.– Hola Tony.
Tony.– ¿Ehh? Ah hola Steve.
Steve.– ¿Sigues contemplando ese casco?
Tony.– Si, es que aún no sé de qué se trate.
Steve.– Tal vez te ayude con las misiones.
Tony.– No, Steve, yo no soy tan rato como ustedes, yo no me disfrazaría e iría por ahí golpeando gente, si hice algo parecido en el pasado es por qué era otra cosa que no era gente común, si dije que sería Iron Man era por qué todos estaban emocionados, solo por eso.
Janet.– Vamos, tú dices que tu futuro invento ese casco, ¿si no eres un héroe para qué inventarías algo tam genial?
Tony.– Soy el heredero de Stark Industries, una compañía que se encarga de crear armamento militar, tal vez solo se trate de el casco para un soldado futurista.
Steve.– Bueno, si no quieres pelear aún puedes ayudarnos de otra forma, ¿sabes cuántos querían ser héroes sin tener algún poder o armamento?
Tony.– Sugieres que les cree un equipo para pelear.
Steve.– Si tú lo pones así.
Pasaron algunas clases y Tony empezó a hacer cierto equipo para algunos en el taller de robótica.
Tony.– Y dime Sam, ¿que quieres para poder pelear?
Sam.– Sabes cuando dije que sería Falcon era por creía que obtendría algún poder de volar, o tener unas alas como ese viejo héroe Arcángel.
Tony.– No digas más.
En eso Tony diseñaba un par de alas mecánicas que le permitirán a Sam volar por donde él quiera, sin embargo alguien observaba desde lejos, el profesor Octavius tomaba notas sobre cómo hacer las Alas de Falcon, cuando el término de hacer lo que realmente hacia, se dirigió a dar su siguiente clase de química.
Profesor Octavius.– Muy buena clase hoy veremos algunos tipos de enlaces así que necesi-.
Un grupo de atrás formado por Adrián, Flint Marco, Max Dillon, Sergei Kravinoff y Quentin Beck hacías un escaldado con el cual no dejaban a nadie escuchar la clase.
Profesor Octavius.– Señores por favor.
Ellos se detuvieron por un momento, pero siguieron interrumpiendo.
Profesor Octavius.– ¡Señor Adrián le pi-
Ellos seguían haciendo un escándalo más grande.
Profesor Octavius.– ¡CALLENSE LA BOCA MALDITAS BOLA INÚTILES!
La clase estuvo callada por un momento, pero ellos seguían creando un desorden aún más grande, fue en ese entonces que Octavius se dio uñeta que ellos tenían cierta persistencia en una rebeldía contra el sistema, persistencia que le sería útil con su robo. Había terminado la clase y el profesor se llevó a los cinco al laboratorio, después de esperar un cierto tiempo él tenía algo que decirles.
Profesor Octavius.– Muy bien escorias, les diré para que los traje aquí, tengo un..."trabajo" y necesito su ayuda para poder hacerlo, si me ayudan, les dejaré exentos en todas sus clases (el comentario no les fue de mucha importancia), y les daré parte del botín, si es que hay uno (comentario que si les llamó la atención). En eso había llamado de nuevo Norman Osborn.
Norman.– ¡Otto! Espero que estés listo para trabajar, verás: tu golpe es simple, tendrás que entrar al décimo piso de la torre Fisk y robar un artículo que se encuentra en una caja fuerte, supongo que ya reuniste un equipo capacitado para el trabajo, pero escucha, si me llegas a fallar, tú y todo tu equipo será cazado como las ratas que son, yo mismo me encargaré de ello, Osborn fuera.
Profesor Octavius.– Bueno... Tal parece que ya tienen otro intensivo, pero antes les tengo unas sorpresas, Sergei te he creado una lanza especial con una punta de vibranio, también sé cuán entusiasta eres de la caza, por lo que ten conseguí un juro completo de elementos de caza en campo traviesa.
Sergei.– Quisiera ser conocido desde este momento como Kraven, El cazador.
Profesor Octavius.– Quentin, tus gustos por  el ilusionismo son muy obvios, pero, te he creado algo que te pueda gustar, este casco especial ocultara tu identidad, y te brindará información necesaria así como también puede moldear tu voz, y estos brazaletes te permitirán jugar con tus trucos (en eso se abre un hangar con robots sencillos y una computadora para crear hologramas.
Quentin.– ¡Genial! ¡Desde ahora díganme Mysterio!
Profesor Octavius.– Y tú Adrián, tengo algo que te puede gustar, le robe unos planos al señor Stark con los que te podría curar esta mochila especial, la cual viene con un par de alas mecánicas, desde ahora causarás el terror en los cielos.
Adrián.–  Seré como un vigía que volara sobre sus víctimas que esperan la muerte, y seré quien se las brinde, yo seré El Buitre.
Profesor Octavius.– Buen ustedes váyanse adelantando, y ustedes dos se quedaran un rato aquí.