. A lo mejor, por primera vez en mi vida, he tenido suerte. Debe de ser una señal del universo: si la única vez que uno tiene suerte es cuando planea su suicidio, esque, sin duda alguna, ha llegado la hora de largarse.Vuelvo a leer el mensaje. El 7 de abril me va bien. Hoy es 12 de marzo. Puedo resistir un mes más, aunque a duras penas, porque últimamente los días se me haceneternos.—Aysel —vuelve a decir el señor Palmer.—¿Qué? —le pregunto sin apenas prestarle atención.Se acerca hasta situarse detrás de mí y da unos toquecitos con el dedo a la pantalla del ordenador. Intento minimizar la ventana.—Mira, me da igual lo que hagas en tu tiempo libre, pero no lo hagas en el trabajo. ¿Lo pillas? —Su voz es como el gemido de un sofá viejo. Me sentiría mal por elseñor Palmer si me quedara algo de lástima que sentir por alguien que no fuera yo.Sé que puede sonar raro, pero voy a suponer que el señor Palmer desconoce Camino hacia la paz. Seguramente cree que estoy mirando alguna página de superfansdel heavy metal o algo así. El señor Palmer no tiene ni idea de que la música que me gusta es delicada e instrumental. ¿Es que sus padres no le enseñaron a no juzgar porlas apariencias? Solo porque sea una chica de dieciséis años con el pelo greñudo y rizado, que lleva siempre camisetas de rayas de colores oscuros, no quiere decir queno sepa apreciar un bonito solo de violín o un delicado concierto de piano.En cuanto el señor Palmer se aleja, oigo que Laura suelta una risita burlona.—¿Qué? —digo.—¿Es que no tienes internet en casa? —me pregunta Laura y me mira frunciendo el ceño. Está tomándose a sorbos el café de turno, y el borde de la taza de plásticoestá manchado con su espantoso pintalabios rosa chillón.—¿Es que no tienes cafetera en casa?Se encoge de hombros y, cuando yo ya daba la conversación por zanjada, me suelta:—Mira, el trabajo no es el lugar más apropiado para estar buscando rollo. Hazlo en tu tiempo libre. Acabarás metiéndonos a todos en un buen lío.—Vale. —Miro el teclado. Sería inútil explicarle a Laura que no estoy buscando rollo, o, al menos, no ese tipo de rollo.Me quedo mirando las migas de galletas de queso que hay entre las teclas F y G, y tomo la decisión justo en ese instante: voy a responder el mensaje de RobotCongelado.Él y yo tenemos una cita: el 7 de abril.
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Mi Corazon En Los Días Grises - Luke Hemmings- ADAPTADA
RandomAysel tiene 16 años y le faltan motivos para seguir adelante. En un pequeño pueblo donde ser diferente está mal visto, ella carga con el peso de tener nombre y aspecto de extranjera y con el estigma del terrible crimen que su padre cometió. Sin amig...