Ser o hacer.

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La clave para comunicarnos correctamente y hacernos entender sin conflictos está fundamentada en la compresión del otro. Si no logramos conectarnos con aquello que me dice el otro, con aquello que siente y está viviendo, lo mejor que podemos hacer es callar. Ponernos en sus zapatos nos permitirá saber cuáles son las mejores palabras a usar.

Y decido tocar este punto, porque los estimas y etiquetas sociales parecen jamás cambiar y en parte es que cada quien se adueña de aquella etiqueta o rol social que se le es asignado, a pesar de la disonancia cognitiva, o sea la diferencia entre lo que hago y lo que pienso.

Como aquel joven que proviene de una familia de profesionales de la salud, que se le es orientado para que estudie igualmente medicina, aun cuando quiere estudiar, no sé, ¡Gastronomía! Entonces se le asigna este destino, y una vez decide dar un cambio. Puede generarse un conflicto cuando los padres no se calzan los zapatos de su hijo, para comprenderlo y aceptarlo. ¡Mil comentarios ofensivos pueden emerger!

Entonces existen dos etiquetas o dos roles sociales casi globales, el hombre es hombre porque tiene pene y debe casarse con una mujer. La mujer es mujer porque tiene vagina y debe casarse con un hombre.

Y una vez alguna persona sale de esos estándares, se genera el alboroto. Es increíble el nivel de rechazo en esta altura de la vida, y más que el rechazo, el irrespeto por aquel que se atreve a salir de los estándares sociales. Asombra el hecho que los grandes creyentes religiosos que se dan golpes en el pecho y predican la palabra de Dios en sus comunidades, mencionen en sus charlas que Dios hace su voluntad, que Dios es el único que juzga y sentencia, y son esos creyentes los que deciden interceptar por Dios para reprender lo que ellos consideran que esta mal o no, son ellos quienes decir tomar la justicia con sus propias manos. ¿Acaso Dios no puede hacer esas cosas personalmente? ¿O acaso esas personas tienen complejo de Dioses para juzgar y sentenciar a las personas que deciden estar con alguien de su mismo sexo?

Como aquellos que condenan a muerte a un "homosexual" por ser lo que es. ¿Quién les ha dado el poder sobre la vida de alguien más? ¿Quién le da el poder de decidir por alguien más como debe vivir su sexualidad?

La verdad es que la etiquete homosexual viene cargada de muchos de esos elementos estereotipados como que todo homosexual es promiscuo, no se enamora, no se respeta, suben fotos de desnudos, infieles, vacíos mentales, entre un montón de etiquetas, y de hecho la mayoría se adueña de estas etiquetas como para darle sentido a eso que dice la sociedad y regirse por los estándares sociales. Sin buscar hacer una revolución que no sea vulgar.

A mi parecer el significado del ser "homosexual" se ha distorsionado y solo se ha convertido en ese conjunto de etiquetas con el pasar de los años. Por eso es mejor denominarlos con el verbo "hacer" y no el verbo "ser". Es decir en vez de denominarse personas homosexuales, podría ser personas comunes y silvestres, como cualquier otra, que tiene una afinidad afectiva y sexual por personas de su mismo sexo.

Cambiar: Ser gay por me gustan los hombres.

Ser lesbiana por me gustan las mujeres.

Ser bisexual por me gustan ambos sexos.

Y de esta manera se liberan de todas las etiquetas que están inmersas dentro de la gran etiqueta "homosexual".

Ahora bien, esto se convierte en elección. Así como cuando un hombre decide casarse con un mujer porque le gustan las mujeres. Es una decisión enamorarse porque implica el compromiso de pareja. Es una decisión la que toma un hombre en estar con un hombre porque le gustan los hombres.

A veces hay razones que inciden en que una persona sienta afinidad por alguien de su mismo sexo, como violaciones, abuso, aprendizaje vicario, entre otros. Pero ciertamente cualquiera de estos hechos puede generar cualquier cambio conductual y no únicamente en la afinidad afectiva-sexual.

Pero el hecho que te guste alguien de tu mismo sexo quizá carezca de una neta explicación, uno se enamora sin elegir y sin ver, porque el ser, el hacer y el sentir trabajan juntos pero son completamente distintos. Y el sentir algo por alguien no se decide.

Ahora una pregunta para ti, señor Heterosexual. Si la sociedad te obligara a besar, tener relaciones, casarte y tener una familia con alguien de tú mismo sexo ¿Podrías? ¿Cómo te sentirías?

No aceptes la condición,

Pero respétala.

No compartas la condición,

Pero no juzgues.

No apoyes la condición,

Pero edúcate, para que orientes, sin querer cambiar,

Así vamos formando nuevamente buenos y más saludables conceptos.

Ahora, para ustedes señores homosexuales, ¿Cómo alimentan el alma manteniendo sexo con personas desconocidas cada noche? ¿Cómo planeas conseguir una persona que vale la pena, sino te tomas el tiempo de conocerla? ¿Cómo planeas que la sociedad no te juzgue, si vives dando shows vulgares? Y con esto me refiero, a que como planean que te tomen en cuenta si en las marchas LGTB emiten mensajes vulgares como los desnudos y bailes groseros. ¿No han escuchado el dicho amate primero para que te amen? Bueno, eso no implica tener la suficiente confianza para andar mostrando el trasero en todas las fotos, o enviar fotos de tus partes a una persona que recién conoces.

Sé más honesto, empático, seguro de ti mismo, pon tus limites, ve despacio, enamórate del conocer y luego del sexo, enamórate del pasear, del compartir momentos juntos, enamórate de ser fiel, enamórate del querer mejorar la comunidad, enamórate de estar estable, enamórate del ser "humano"

Compromiso, respeto, amor y libertad.

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