Colmillos y Estacas

Capítulo 3

Al otro día en la escuela a la hora de almuerzo se sentó junto a mi Skyler.

-Lamento lo de ayer -

Mía que estaba sentada junto a mi se levantó y se fue.

-Tranquila ¿Debería pensar que yo era más importante?-

Ella se mordió el labio inferior parecía que mis palabras la habían herido.

-No lo entenerias -

-Entonces explícame -

-De donde vengo es normal acordar matrimonios-

Sonreí.

-¿Estas obligada a casarte?-

-Si no lo hago mi familia quedará en la calle -

Negué con la cabeza.

-¿Quien haría algo así?-

-Mi padre firmó un contrato hace casi cuatro años -

-¿Y sólo dijo tu hija es para mi hijo? -

-No, hay un método... debe ser la chica que le guste nadie más que el puede elegir a su prometida...debería sentirme afortunada -

-Pero no es así -

-Niel... se que no lo comprendes...-

-Sólo escucho que no te agrada pero aun no se porque -

Ella se levantó de la mesa de un salto y se marchó, me dejo con las palabras en la boca.

-Galán - dijo Mía sentándose

-¿Qué pasa?-

-Ya te lo dije ella no es para ti -

-¿Y?-

- Aumenta el nivel -

-La verdad es que no das buenos consejos -

Me sentía algo molesto irritado, creo que había llegado tarde a la repartición de parejas por lo menos ochenta años tarde.

Salí al patio mientras Mía me seguía.

-¿Qué sabes del amor?-

Miré a mía.

-¿Seguramente eres todo una experta?-

Ella sonrió.

-Sabes que se va a ir ¿Verdad?-

La mire.

-Espero que estés mintiendo-

-Sólo puedo decir que no te arrepientas luego de lo que no pudieras hacer -

Durante la última hora de clases mire a Skyler, todo con ella había sido como estrella fugaz quedaría grabada en mi corazón pero jamás la podría tener. Es algo triste cuando lo piensas de aquella manera.

Salimos de clases y ella estaba frente a mi.

-Quiero hablar contigo -

-Tranquila ya se que te tienes que ir -

Vi que la misma chica de ayer la esperaba entonces ella tomó mi mano y comenzó a correr la seguí. Hizo parar un taxi y nos subimos.

-¿Que haces?-

-Una locura- dijo sonriendo

Nos bajamos frente al cine y nos metimos dentro. Compramos unas entradas para una película de niños no había nadie en la sala.

-¿Qué hicimos?- dijo ella con una sonrisa enorme

-Escapamos de lo que parece ser tu chaperona -