Colmillos y Estacas

Prólogo

Tengo dieciocho años para siempre a pesar de que ya han pasado más de seis décadas desde que soy una sombra en la noche y un humano en el día.

Es dificil vivir el día a día en la actualidad con tantas adolescentes que aman a los vampiros, sólo hay una cosa que puedo decir que es real somos una sociedad con reglas y nuestra existencia debe ser un secreto para cualquier humano.

Lo primero que entendí al ser vampiro es cero sangre de humanos tomamos sangre sintética creada en base de sangre de animal.

Segundo existe la S.V.M que guía a todos los vampiros a nivel mundial son los oscuros los que no pueden salir de día como los demás son los creadores y estamos propensos a sus reglas si queremos vivir ya que ellos tienen algo llamados los "oscuros" se encargan de buscar a cada vampiro que maté un humano. Ellos dan más temor que los cazadores de vampiros ya que no mueres.

Continuando que lo que comes no tiene el mejor sabor del mundo sólo comemos para parecer normales pero todo es insípido.

-Niel - dijo mi madre

-¿Qué ocurre?-

-Tengo que ir a la clínica y tu hermana está en el turno de día así que quedarás con Jay-

Éramos una familia de cinco Jay tenía 17 su cabello castaño y ojos negros profundos hacían que las chicas en la escuela se volvieran locas por el.

Mi hermana mayor Marie tiene 25 años y su cabello peli rojo combinan a la perfección con sus ojos color miel, delgada pero no gusta de los chicos.

-Niel - dijo Jay - ¿vamos a comprar ropa?

-¿Qué quieres comprar?-

-Quiero acompañar a Dina a comprar -

-No gracias -

-Niel, sabes que le gustas a esa colmillitos - dijo Jay poniendo su boca como la de un pato

-No eres un chico, tienes más de 17 años...-

Soltó una risa.

-Dina tiene un buen cuerpo...es guapa -

-Si y ocupa bloqueador solar factor 200 -

Jay no pudo evitar reír.

-Sabes que el sol no les hace mal a los vampiros...-

-No me gusta y tu bien lo sabes -

Entonces me llegó un mensaje de texto de nuestra madre.

"Cazadores al acecho, no salgan "

Le mostré el mensaje a Jay.

-Me volverán loco, estar encerrado por que ellos buscan a un vampiro -

-Bueno tu sabes que es parte de esto, nos ven como amenazas -

-Pero también los sacos de pulgas-

-Ha estas alturas son más bien Chihuahuas -

-Volviendo al tema deberías aceptar salir con Dina -

-Tu bien sabes que nunca me he enamorado -

-Llevas años con lo mismo -

-Y continuará así -

Se abrió la puerta y vimos como ingreso nuestro padre con una maleta de color gris que dejó sobre la mesa a un lado de la puerta.

-Vaya...Tu madre traerá a una invitada -

-¿invitada?-

-Encontró a una pequeña y Bill no encuentra en esta ciudad sus registros familiares y no la quiere exponer a que la ataque algún vampiro -

-¿Sabes algo que nosotros no?-

-Verán últimamente esta aumentando el número de vampiros en la ciudad -

Le di una mirada y me di cuenta que si esto seguía así nos tendríamos que cambiar de ciudad.

Se abrió la puerta y mi madre entró con una pequeña niña entre sus brazos.

-Ella es Alicia -

La pequeña tenía cabello colorín sus ojos color verdes, tez blanca y delgada.

- No hemos podido verificar su identidad - dijo mi madre - pero me dijo que se llamaba Alicia

Le di una mirada y vi que en sus brazos tenía marcas de colmillos.

-¿No crees que será complicado?- dije mirando a mi padre

-Tu madre no volverá a ir al trabajo -

La mire ¿Era una broma?.

Ella asintió.

-Alicia - dije mirándola

La pequeña abrió sus ojos verdes y me miró fijamente.

-Tengo miedo - murmuró

-¿De quien?- dije mirándola

Ella se mordió el labio y pronunció la palabra "papá".

La niña era aun humana la ocupaba para su sed de vampiro ya que a los pocos minutos estaba durmiendo.

Mi madre le preparó una cena llena de proteínas la cual ella se comió casi de un bocado.

Sonó mi teléfono era mi mejor amigo Raúl.

-¿Cómo estas?-

-No muy bien un chico interrumpió la práctica buscando a un hombre -

-¿Era un cazador?-

-Si, pude notarlo con tan sólo ver su anillo -

-¿Viste la foto?-

-No me acerqué...Tu sabes que ellos sólo cazan vampiros y hombres lobos -

-Colmillos y piel -

-Tu lo has dicho, pero por lo que supe por mi padre ha aumentado la presencia de cazadores en la ciudad -

-Si no bebés sangre de humano no te encontrarán -

-Mantente atento -

-Esto es vivir entre humanos -

-Nos vemos mañana -

Dejé mi teléfono en mi velador mientras escuchaba como mi madre mimaba a Alicia.

Antes de esta familia no tenía nada y gracias a ellos mi vida cambio.

Tocaron la puerta de mi cuarto y entró Jay.

-Dina quiere verte mañana - dijo mirándome

-No es lo mío ya te lo he dicho -

-Le gusta que te hagas el difícil -

-¡Que se busque un humano! -

-Dificil -

-¿No habías dicho que ella era guapa?-

-Es mucho para un humano -

-Entonces quédate tu con ella -

-A mi me gusta más Liliana pero si puedo con ambas no me molestaría -

-Eres un caso perdido -

-Hace 90 años -