Shy » narry.

7. No provocado.

Parte 1.

(Punto de vista; Harry) 

Observé mi teléfono con dificultad mientras me encontraba sentado en la mesa de la cocina. Mamá ya se había ido a trabajar, y a diferencia de ayer, hoy sí tengo que ir a la escuela. Dado que Niall me dio su número anoche, he tenido una guerra interna sobre si debería mandarle una mensaje o no. Por un lado, estoy desesperado por hablarle. Tengo tantos deseos de estar emocionalmente con él, pero, por otro lado, estoy angustiado; no quiero que Niall se sienta incómodo de cualquier manera, quiero se sienta serenidad y paz en cualquier situación que se vea envuelto, físicamente o por teléfono.

Metí otra cucharada de cereal a mi boca y me lo comí, tratando de lograr tiempo. Estaba nada emocionado por ir a la escuela hoy, sobre todo cuando mi primera clase es con el señor Smith, inglés. Me quejé internamente de sólo pensarlo, tomando otro bocado de mi aburrido desayuno, tan básico. Tal vez mi desayuno represente el día de hoy, aburrido y sin vida. Bueno, será eso hasta que llegue a ver a mi precioso Niall esta tarde. Todavía tengo que esperar siete horas de clase, y realmente, paso todo tan lento.

Al terminar mi desayuno, no tuve ninguna otra razón para quedarme. A pesar de estar sin ánimo, tengo que ir a la escuela. Una vez metí los libros a la mochila, tomé mi camino a la escuela, caminando por las vacías calles, mi chaqueta estaba envuelta a mi alrededor para protegerme del frío invierno. A medida que me acercaba a la puerta del instituto, pude visualizar que en efectivo no había ningún estudiante fuera de ésta y nuevamente había llegado tarde. Soy consciente de que llegar a clases perjudica mucho, sin embargo, el Señor Smith se debería considerar afortunado de siquiera verme la cara unos minutos, sobre todo si su clase está programada para antes del mediodía.

Agarré la helada puerta y la empujé, para después entrar al edificio del instituto. Tan pronto como entré, me sentí fuera de lugar. Recorrí mi mirada por todos los estudiantes que estaban dispersos por el pastillo; todos y cada uno de ellos tenía sus ojos fijos en mí. La sensación era surrealista. Normalmente, al entrar al edificio, soy descaradamente ignorado por cualquier persona que no sea Liam, pero hoy, la atención de literal casi todos estaba puesta en mí.

El silencio consumió lo que antes eran charlas y gritos por los pasillos. Di unos pasos hacia adelante. Me sentía demasiado intimidado por las curiosas y resentidas miradas de todos. Nunca había sentido angustia. Conforme caminaba por los pasillos, la gente murmuraba entré sí. Mantuve mi cabeza hacia adelante, tratando de ignorar los murmullos colectivos.

No sólo estaba agitado, sino que estaba totalmente desconcertado. ¿Qué podría haber hecho en dos días para que todos reaccionaran de esta manera? No soy activo en redes sociales, ni soy amigo de alguien que no sea Liam. Fulminé a todo el que me veía y susurraba sobre mí, antes de apresurarme y llegar a mi casillero.

La tensión parecía aún existir y me tenía sofocado. Por primera vez en mi vida, no quería nada más que desaparecer y o que la tierra me tragase. Dejé escapar un suspiro exasperado, tomé la puerta metálica de mi casillero con fuerza, tratando de alejar mi frustración. Trataba de mantener la calma; sin embargo, todas esas miradas empezaban a exasperarme.

Pronto los murmullos comenzaron a desaparecer para que un nuevo silencio llegara. Metí la mano en mi casillero, sacando mis libros y cerrando éste en el proceso. El sonido del azote de metal contra metal sonó por entre los pasillos. Mientras caminaba, parecía que la situación no mejoraba. Las personas de cursos más bajos y algunos que ni siquiera conocía u había visto, tenían igual su atención en mí; fruncí el ceño de camino a la clase de inglés. Encontraba consuelo de que mi primera clase la tendría junto a Liam, que sin duda tenía que haber escuchado algo del asunto, y sería capaz e informarme acerca de por qué todos tenían su atención en mí.