La tela rasgada de la cortina de la habitación, estaba cubierta de Sangre. En el suelo habían dos cuerpos sin vida, los anillos estaban en la mesita de noche. Con lágrimas en los ojos, me arrodille junto a un lado de los cuerpos. Llevé mi mano izquierda a mi boca, para así soltar un sollozo.
¿Como pasó esto? ¿Quien habrá sido tan macabro para hacerlo? ¿Por qué lo hizo?
Mi pecho no ha dejado de arder, mi garganta seca no para de doler, mis ojos hinchados solo piden descanso. La ciudad está callada, con una melodía que sólo yo puedo imaginar.
Mi piel se eriza al sentir una presencia extraña, lo cuál no existe. La mayoría me dicen que estoy loca, pero se que no, lo que yo siento es real. Juro vengarme, lo prometo.La ambulancia hace como una hora se habían llevado los cuerpo, sin embargo no voy con ellos. Trato de mantenerme a acorde y no llegar al borde de la locura, voy a ir uniendo pieza por pieza hasta encontrar el significado. Prometí vengarme, y eso haré.
Quien sea quien fuera que sea, qué los asesinó. No tendré compasión por esa; si es que se le puede llamar así, persona.
Grito con todas mis fuerzas expulsando toda impotencia y amargura de mi. Estoy sola, no tengo nadie a quien acudir. Todos se fueron, sin mi.
Me acosté en mi cama, pero antes cerré las ventanas y puertas con seguridad. No me siento segura con todo esto que esta sucediendo. Tomo mi cobija para acobijarme de pies a cabeza.
Primer día sola, odio no sentir el olor a perfume de rosas, galletas recién horneadas ni las voces que siempre escuchaba, los extrañaba. Tomé el cartón de leche para beberlo en un baso de vidrio antiguo.
Mi corazón empezó a latir mas de lo normal, mis manos y labios temblaban al escuchar aquel ruido proveniente de la sala, tomé un cuchillo del gabinete y me acerque sin hacer ningún ruido a la sala.
Otro ruido se escuchó por el sofá, ande un poco más con el arma en la mano por si el intruso decide atacar.
Enderezé mi espalda, bajé el arma y lleve mi mano libre a mi pecho dejando soltar todo el aire contenido de miedo por mi boca.- Eres tú.
Un gato estaba clavando sus garras sobre el sofá, dejando ver los rasguños de ésta. Acaricié su pelaje negro, ésta acción hizo que el intruso soltara un gruñido, debía ser de algún lado, no debería de estar lejos. Lo observe, ¿Como pudo haber entrado? Todas las ventanas y puertas estaban cerradas, que raro. Observe su rostro, tenia algunas rayas grises, sus ojos oscuros sin ningún rastro de otro color. Vi un poco más hasta llegar a su cuello, donde reposaba de éste un collar bañado en oro, tenía una forma extraña, en el centro había un diamante negro, alrededor tenia por escrito Anubis.
- Anubis.
El gato rugió, las luces empezaron a pavilar, el viento azotar las ventanas, el clima pareció cambiar a un estado un poco más frío. "Eres hermosa". Si no estuviera tan loca juraría que esa voz provenía del gato. Sentí un temblor en el techo, mi piel se erizó. Miré a Anubis, pero ya no estaba.
Tomé mi mochila, esta noche no dormiría allí, sin nadie en casa no podré vivir así. Es una tortura estar aquí, sabiendo que ellos fallecieron allí.
Mis ojos empezaron a arder, un nudo se instala en mi garganta, de pronto me siento incapaz de moverme. Quiero obligarme a seguir, pero no puedo. Sin embargo, me mantengo serena.
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Oscuro
Mystery / Thriller"Quiero ser un poquito como tú, dejar de hablar por días y no sentir la necesidad de saber como estás, que harás, en qué piensas, irme sin importarme nada, lastimarte y no sentir culpa, enseñame a ser un poquito como tú, a que no me importes". Publi...