Demencia.

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"Te estas haciendo fuerte"

Cubro mis oídos con mis temblorosas manos, mientras siento
Un sabor salado correr por mi rostro hasta mis labios. Grito de miedo, de esta locura, no quiero seguir viviendo, esto es una tortura para mí. Los ahorros se están agotando y no tengo ningún beneficio. Siento que me falta el oxigeno, mi pecho sube y baja sin parar.

- N-no pue-edo respir-rar...Ayundenme.

Escucho un sonido.
Un dolor se cola en mi sien, mi vista es borrosa y siento como me desplomo.





"Tú, le perteneces"

"Corres peligro"

"Se esta acercando".

"Él te buscará "

Abro mis párpados lentamente, respiro sin dificultad, siento un dolor agudo en mi brazo. Una persona vestida de blanco saca la aguja de ésta, provocando que suelte un quejido.

- ¿Q-quien es él...?

- Shh, Tranquila, estarás bien.

¡No! Yo no quiero estar bien, por poco acababa con este tormento. No quiero seguir aquí en este mundo, quiero descansar...

- D-doctor, ¿quien m-me trajo?

- Una joven, pero ahora descansa.

¿Quien pudo haberme traído?

Antes de girar el pasillo vi a ¿Leam? Con una chica castaña, tenia sus manos en la cadera de ella y sus labios estaban unidos. Asco.

Me escabullí por otro pasillo, mucho tuve por hoy como para tener un derrame asquial. La puerta vecina de al lado estaba semiabierta, tuve una guerra de si llamar o ignorar el echo de que pueden meterse a robar o cualquier cosa. Me decidí por llamar, golpeo suave la puerta de madera podrida.

Y en medio de un segundo, la hermana de Leam estaba aquí.

- ¿Otra vez tú?-Pronunció-.

Frunci el ceño, ¿debería tratarla igual? Debería no haber tocado.

- He, quería avisar que por aquí roban mucho. Tengan cuidado.

Ella arqueó una ceja y rió con humor.

- ¿De verdad has venido para eso?

Una punzada de coraje atraviesa mi pecho. Aprieto la mandíbula y me cruzo de brazos.

- No, también quería decirte que no te eches más ese Shampoo, huele a popo-Hago una mueca de desagrado y me giro con una sonrisa para abrir la puerta de mi habitación-.

Prendí la hornilla para poner a hervir un poco de agua, necesito abrir los poros de la cara, ¿qué? Lo leí en internet.

Tomé el control y puse cualquier canal que me atrajese. El timbre de la casa sonó, varias veces. Esto es muy raro, nadie me visita.

Apresure el paso para ir, cuando estuve apunto de abrir; dejaron de timbrar.
Abrí, pero no había nadie. Saqué mi cabeza y miré a todos lados, pero no había nadie.

Con el corazón acelerado cerré la puerta con seguro, esto es imaginación mía, no te alteres. Me repetía un vez más para no entrar en pánico.

El ruido de la olla caerse, me hizo soltar un jadeo. Corrí temblorosa hacia la cocina encontrándome con; nada. Todo estaba normal, el agua hirviéndose, nada fuera de lo normal.

Me arrodillo, jalo mi cabello con fuerza y tiro de ellas. Grito con fuerza acompañado de un sollozo.
Formo con mi mano derecha un puño y golpeo el suelo.

Las luces se apagaron al mismo tiempo que las ventanas y todo vidrio se quebraron. Suelto un gruñido, esto sigue siendo una imaginación.

Una oleada de frío y calor se mezclan en la cónica, formando apenas un pequeño remolino. Paro de llorar y gritar, miro sorprendida la escena. ¿de donde salio...? ¿Yo lo provoque o lo hice?

Un golpe fuerte se escucho desde la puerta principal de la sala, luego sentí un golpe en la cabeza y todo se torno oscuro.


OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora