Tris

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Toqué mi frente con mi mano izquierda, luego abro mis párpados. A junto mis cejas y entrecierro los ojos, para poder ver bien ya que estaba oscuro, solo alumbraba la luz de la luna, éste no era mi habitación, ni sala, ni cocina. No conozco este lugar...

Me levanto del duro acolchado, aprieto mis ojos para amortiguar el dolor que sentía en mi sien. Camine con el pie descalzo en el frío suelo, tomo la manilla y giro de ella. Una ventisca de viento acaricia mi piel pálida haciendo que se erize y recorra un cosquilleo en mi espalda.

- Sientate.

Escucho detrás de mi, volteo para verle el rostro a oscuras pero no logro verlo.

- ¿Quién eres?

Él ríe, luego se acerca un poco y puedo verlo con claridad.

- ¿Leam?

Él frunce el ceño, hace una mueca y luego habla:- Es Liam. Deberías de descansar.

Ahora era mi turno de fruncir el ceño, ¿Por qué tendría que obedecerle? ¿Que hago aquí con él?

- ¿Donde estoy y por qué estas aquí?

Liam, se sienta en la ventana sin apartar la mirada de mí. En sus ojos se refleja algo que no logro descifrar, es como un sentimiento oculto.
Una mirada sombría, llena de misterio.

- Estas en mi habitación, mi hermana te encontró desmayada en el suelo, te trajo hasta aquí y me pidió el favor de prestar mi habitación. Aun no entiendo porqué no te dejó en tu habitación...

Me le quedé mirando un segundo, su tono de voz era un poco fría. Su mirada de "Te odio y me odias", se filtran por sus ojos. No presiono más y me levanto, si ésta es su habitación, me imagino que vivo al lado.

Me levanto, no digo nada y él tampoco, sólo siento su mirada puesta en mí. Salgo y me dirijo a mi habitación.

Que raro, juré ver visto a alguien antes de "Desmayarme".

- Pero mira, si es la chica rara.

Pronuncia de forma burlona.

- Pero mira, si es la chica Shampoo.

Ella frunce el ceño molesta y de la nada se escapa un perdón de mi boca.
Cubro mis labios con mis manos y abro mis ojos como platos. Ella sonríe y deja de fruncir el ceño.

- Perdonada. Rara.

Se gira y a una velocidad tan rápida se adentra a su habitación.











Desde lejos veo a un niño como de 5 años de edad acercarse, su pelo amarillo se mueve con la brisa del viento y su sonrisa reflejaba en su rostro una felicidad. Se sentó a mi lado y colocó su mano fría y pálida en mi hombro.

- ¿Por qué estas sola?-Pregunta y yo solo me encojo de hombros-.

- No estoy sola-Sonreí- estoy contigo.

El niño, me miró con detenimiento y luego dijo:- Eres linda, ya veo porque se fijó en ti.

Lo miré extrañada, ¿quién se fijó en mí?

-¿Qué?

El niño niega con la cabeza y luego ríe.

- Nada, no debí decir nada. Iré a despedirme de mamá, fue un placer haber hablado contigo.

Se levanta y extiende su mano pequeña, la tomo y le regalo una de mis no tan constantes cariñosas sonrisas.

- Igual, espera. ¿Cuál es tu nombre?

- Al.

- ok Al, adiós.

- Adiós Tris.

Mi corazón se detuvo ¿cómo es que sabe mi nombre?

OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora