Capítulo 8

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Jongwoon se sentó en la cama de golpe y llevó ambas manos a su cara. Un sudor frío había mojado su piel y su corazón latía desbocado.

Tomó grandes bocanadas de aire y trató de tranquilizar su corazón.

Últimamente estaba teniendo pesadillas, luego de haberse encontrado con el padre de Kyuhyun había estado reviviendo por las noches aquel fatídico día y no podía evitar que las lágrimas se empezaran a agolpar en sus ojos cuando despertaba, lo odiaba.

Odiaba tener que revivir ese día cada noche, lo había tratado de superar mucha veces pero no podía, simplemente era demasiado difícil.

Las lágrimas empezaron a brotar, su cara enrojeció y comenzó a llorar como cuando niño. Dobló sus piernas y las abrazó con sus brazos dejando que la sábana que las cubrían empezara a mojarse con su llanto.

No solo odiaba a ese hombre, sino también a si mismo.

Se odiaba por haber soltado la mano de su madre y alejarse de ella y su hermanito, por no haberlos podido cuidar como le había prometido a su padre. En el pasado se había torturado infinidad de veces diciéndose que si no se hubiera apartado tal vez su madre y hermano estarían vivos, y en ocasiones se decía que hubiera sido mejor haber muerto junto con ellos, así no habría tenido que pasar por un infierno tantos años

Había pasado tanto tiempo en un hoyo lleno de oscuridad y de dolor que se había convencido de que ni siquiera merecía ser feliz.

Su vida había estado llena de complicaciones y caos, hasta que conoció a Kangin y su padre.

Recordó una vez haber llorado en brazos de aquel hombre, se había sentido como un niño patético pero aun así, había logrado sentirse mejor después de hacerlo.

Yesung estaba sentado en los escalones de la entrada al salón de entrenamiento cuando escuchó un par de pasos acercarse.

-¿Pasa algo?- le preguntó sentándose a su lado.

Negó con la cabeza sin voltearlo a ver, con la mirada en el suelo.

-Sabes que puedes hablar conmigo de lo que quieras, soy tu maestro pero también soy padre, así que está bien si quieres hablarme de alguna inquietud- ya había notado que parecía distante en muchas ocasiones pero no como solía acostumbrar cuando se perdía en sus pensamientos.

-No es nada...- murmuró.

-¿Seguro? Tal vez sea viejo pero no soy tonto Yesung-ah, sé que hay algo que te molesta, las personas podemos ser diferentes pero hay ciertos patrones que suelen repetirse- le miró y el menor se mordió el labio intentando detener sus deseos de llorar.

No se dio cuenta pero simplemente se abrazó de aquel hombre y comenzó a llorar en su pecho –esta bien Yesung-ah...- le susurraba acariciando su cabeza –desahógate, todo va a estar bien, ya verás-

El menor se apretó más y lloró más fuerte, por un momento le recordó a su propio padre y deseo que aquel hombre nunca se apartara, que le dejara llorar hasta que las lágrimas dejaran de fluir, hasta que pudiera sentirse seguro de nuevo, a salvo, en paz.

Ni siquiera se había dado cuenta que a lo lejos Kangin los observaba, el mayor solo suspiró y se dio la vuelta, sabía que en algún momento se abriría para con ellos.

No podía evitar que el dolor lo invadiera, pero al menos podía tratar de sacarlo aunque fuera un poco y se quedó en esa posición hasta que su cuerpo agotado se calmó.

***

Youngwoon observaba por la ventana de su casa, tenía la mirada perdida, estaba pensando en lo que había visto. Sabía que Yesung no era la clase de persona imprudente que se guiaba por impulsos y que siempre pensaba las cosas antes de hacerlas pero aquello era extraño y luego de su amenaza, le quedó en claro que no era ninguna broma.

-Él no podría... a menos, a menos que lo haya encontrado- murmuró abriendo los ojos de par en par, ahora todo tenía sentido.

"Por eso ha estado tan alejado, su trabajo solo fue una excusa para que no sospecháramos" pensaba y comenzaba a atar cabos, "el campo de tiro, que no respondiera sus llamadas en casi todo el día, el entrenamiento..."

-¿Por qué no me di cuenta antes? Debo hacerlo entrar en razón...-

Revenge {YeHyun}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora