CINCO

396 28 5
                                    

Suspiro mirando las imágenes en su computador de la bella cuidad de Paris, se moria por volver algún dia, el arte de las calles de Francia antes de llegar a la Torre Eiffel. Su celular timbro indicándole un msj.

"De: Harry

Hola princesa... sigo recordando el final de la noche."

Rita sonrio al ver la palabra "princesa". Sintió un cosquilleo inexplicable en su vientra y con una gran sonrisa tomo su celuar y le replico devuelta.

"Para: Harry

Hola. También lo estuve pensando mucho."

Unos golpes en su puerta la distrajeron del reciente mensaje que le había enviado supuso que Harry. Penso que el mensaje diría algo como: "abre la puerta, estoy en la entrada con un gran ramo de flores". Pero al abrir la puerta su sorpresa fue mas de lo que espero.

—¡Rita! —Saludo abrazándola impregnando todo su perfume en su ropa. No se imagino que él estuviese ahi.

—¡Pietro! —Grito con emoción Rita.

El pelinegro la miro con alegría y en medio del abrazo la elevo y comenzó a girar con ella.

—Tengo tantos años sin verte Rita Bambina. —Dijo su apodo con emoción.

—Ven, pasa. Tenemos tanto de que hablar.

Pietro era el mejor amigo de Rita en la Academia de Bellas Artes de Chicago, era un joven muy simpatico y peculiar con su bello acento italiano. Se conocieron tras una actividad grupal para conocerse mejor cuando el chico menciono que se encontraba en Chicago debido a que al morir su padre, su madre se volvió una alcohólica y el patronato de infancia le quito la patria potestad de el, y a quien se la concedieron fue a su tía quien no vivía en Italia, sino en Chicago. Situación algo parecida a la que se tuvo que enfrentar Rita.

—Te vez tan hermosa piccola. Dime que ha sido de ti desde que te mudaste de Chicago.

—No hay mucho que decirte, ingrese a la escuela de Columbia en la facultad de artes. —Pietro la analizo y noto en ella un cierto aire de felicidad.

—Algo me ocultas Rita Bambina. ¿Hay algún amor en tu vida? —Pregunto sonriéndole pícaramente. Rita rio y negó. Había olvidado por completo la situación de Harry.

Técnicamente no era nada del mas allá pues recién se habían besado el día anterior y admitia que Harry era muy lindo, algo raro pero lindo además de que había sentido cierta atracción hacía el pero no era algo oficial o algo que podía llamar correspondido.

—Hablemos de ti Petit Pietro. —Lo miro con una sonrisa picara. Pietro rio también y negó.

—Hubo una chica. Lola Bola. Linda rubia de ojos pardos. Aunque creía que era normal hablar con chicos mientras salíamos.

—Lo lamento mucho, pronto encontraras una chica que sea la indicada y cuando la encuentres, no la sueltes. —Rita abrazo a Pietro sintiendo el olor a perfumería cara. Siempre fue el mismo chico elegante. —Ire por algo de comer. ¿Hace cuanto estas en Nueva York?

—Un par días. Acaba de sacar un curso de acuarelas y la próxima semana comienzo acrílicos. Me dieron dos semanas de vacaciones así que decidí visitar a una de mis mejores amigas.

—Eso es muy dulce Petit.

—Hable con tu madre ya que fui a buscarte para recordar algunos momentos juntos pero ella me dijo que te habías mudado a NY así que me dio tu dirección y decidí tomar un vuelvo para vacacionar aunque la gran cuidad no fue una gran opción.

Su celular volvió a timbrar y recordó a Harry por primera vez desde que Pietro había llegado. Lo tomo y vio los 3 mensajes de Harry sin leer.

"¿Te gustaría salir hoy un rato?"

Obsessive Maniac //HS//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora