Prólogo

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- Miranda, deberías decirle de una maldita vez que te gusta...- dijo su amiga castaña a la azabache.

- Sabes perfectamente que no me gusta, entendido Ally? - dijo esta con su mirada firme hacia su amiga de ojos café.

- Deja de engañarte querida - dijo ella sin quitar la mirada de esos ojos azules como el cielo, amaba a su amiga, pero vaya que esta le sacaba más de una cana.

- Ally... nesecito que me creas esta vez si? Yo y el... no es posible, me lo a recalcado indirectamente varias veces... no crees que es suficiente para no darme cuenta que NO le gusto?

- Como sabes que no es otra chica?

- Ally soy su mejor amiga... lo conosco más que a mi misma.

- Bien - dijo suspirando derrotada.

- Solo apoyame quieres?

- Y para que estamo las amigas no?

- Gracias - dijo sonriendole.

- Vamos Julieta, tu Romeo te espera en la salida - dijo la castaña apuntando al rubio de ojos verdes que sin duda esperaba a su amiga como todas las tardes despúes de la universidad con una radiante sonrrisa.

- ALLY!

- Oh como amo hacer esto! - dijo riendo y besando la mejilla de la azabache en forma de despedida.

- Cuidate estúpida - le dijo esta siguiendo el juego y dirijiéndose al auto del joven.

Como siempre lo hacia, se dirijía con calma y timides a su amigo que como la mayoria de veces la hiba a ver, eso significaba que debían hablar de algo muy importante y parar en la cafetería de siempre, era el lugar donde se conocieron al terminar la secundaria y como todo joven desahogarse del pesado año y último de preparatoria.

- Hola Ann - dijo este sonriente pero un poco serio.

- Hola Adrien - dijo ella de la misma forma.

- Creo que ya sabes porque estoy aqui no? Claro! Ademas de venir a ver a la chica más linda de todas...

- Claro que lo se... y ya dejate de juegos tonto!

- Vamos - dijo este riendose.

Solo somos amigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora