13. Bennett

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Sábado por la mañana, el ruido de mis padres en la parte de abajo me despierta, que horrible sensación tengo hoy.

Lo primero que hago es checar mi teléfono, algunas notificaciones de Twitter, otras de Instagram y ninguna de alguna persona que me interese.

-Olivia, baja a desayunar, que hoy nos espera un gran día -mi madre permanece afuera de mi cuarto

-ajá

-te esperamos -escucho como se aleja y después de al menos unos cinco minutos decido levantarme

-Hola querida, ¿lista para ver a tu madre fuera de control? -mi padre Enzo, se ríe mientras lleva su taza de café a la boca

-no lo creo, ella lo tiene todo controlado -miento, odia hacer este tipo de cosas

-por cierto ¿podrías hacerte cargo de Catering cuando lleguen? -mi madre pregunta mientras me sirve una taza de café -prefiero tomar té -anuncio y ella solo asiente, cambiando de taza

-¿contrataste un catering? Pero somos muy pocos -mi padre niega sin despegar la vista de su desayuno

-somos como 40 invitados, 20 adultos y al menos 15 chicos de tu edad, ni loca iba a dejar que esto se me saliera de las manos, así que contrate algo de ayuda

-bueno ¿y porque no los reciben ustedes? -con mi té en las manos, tomo un poco y para esta noche, esto va a ser mi único alimento, tengo que entrar en mi ropa, tengo que verme bien con la esperanza de que él me vea

-tenemos que recoger algunos adornos de flores y otras cosas

-bien, pero no tarden, saben que odio estar con gente que no conozco, me pongo muy nerviosa y recuerden que tengo ansiedad social -reclamo

-si cariño, tú no te preocupes, llegan a las 5 para acomodar todo, sugiero que estés lista para esa hora -mi madre se acerca y me sonríe -¡que emocionante! -chilla

-para ti -digo y siento que hoy me estoy portando como una perra, lo siento mucho.

(...)

Mis padres desaparecen a medio día, no tengo ni idea de cuando volverán, espero que antes de las cuatro, pero lo dudo mucho.

Me la paso pensando en todo lo que podría ocurrir hoy, cosas buenas como que Kit aparezca y me perdone por lo que he dicho antes, que me diga que la cita sigue en pie y que podríamos ser buenos el uno para el otro o las cosas malas, como el hecho de que ni quisiera se presente y todo termine así.

Tomo un largo baño, estoy tan ansiosa que siento un dolor en el estómago que no se calmaría ni siquiera comiendo, trato de tomarlo con calma, pero el vapor de la habitación me hace sentir atrapada, así que una vez el jabón desaparece de mi cuerpo salgo. Mi madre eligió un conjunto muy bonito, no muy formal, es una pantalón color lila, una blusa blanca y unos converse blancos que son mis fieles compañeros. No estoy lista para cambiarme, veo el reloj y son 4:30, Dios santo que aparezcan mis padres de una buena vez.

Me pongo algo cómodo para recibir a las personas y cuando veo que tocan a la puerta pierdo todas las esperanzas de que mis padres lleguen para salvarme, no me gusta hablar con la gente que no conozco, me pongo muy nerviosa, no se conectar con ellos, no soy grosera pero odio hacer contacto, me es imposible y aun que mis padres piensen que es ridículo es un gran problema para mí.

El timbre suena tres veces y dos camionetas blancas con el logo de la empresa de catering en vinil sobresale de esta, tomo aire y alejo toda la ansiedad social que me posee

-Buenas tardes, ¿Señora Bennett? -pregunta una mujeres de unos 45 años aproximadamente -niego -es mi madre, me ha dicho que venían

-perfecto, Soy Alice y hoy estaremos trabajando para usted -me da la mano y sonrió -un gusto, soy Olivia

Enchanted; Kit Connor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora